Los penaltis, más drama que nunca para España

La cosa empezó bien. Mead marcó el penalti inaugural para Inglaterra, pero lo hizo resbalándose y dando dos veces al balón. Al más puro estilo Julián Álvarez en la pasada Champions.

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Javier Asprón

La selección fue mejor en la final, pero no pudo confirmar su dominio. La doble ganadora del Balón de Oro volvió a tener una actuación discreta y fue sustituida

Pero, cambiada la interpretación de la norma, la árbitra Frappart ordenó que Mead repitiese el lanzamiento. Ahí apareció Cata Coll, la más acertada de España en la tanda con diferencia. La guardameta detuvo el segundo disparo de Mead, bastante nerviosa después de lo ocurrido.

España llegó a ponerse por delante después del acierto de Patri Guijarro, quien pese a marcar tampoco tiró bien. Su chut entró por el centro, a media altura, aunque lo suficientemente fuerte como para despistar a Hampton.

Greenwood también marcó el segundo lanzamiento de Inglaterra, y a partir de ahí comenzó el desastre de España. Mariona disparó fatal, también centrado, y esta vez Hampton no cayó en la trampa. Las cosas comenzaron a ponerse muy difíciles tras el acierto de Charles en el inicio de la tercera ronda y el falló de Aitana, a quien de nuevo se lo paró Hampton.

Una impresionante parada de Cata Coll al disparo de Williamson por la izquierda dio un poco de esperanzas al grupo de Montse Tomé. Pero en el siguiente, Salma cruzó en exceso su disparo con la zurda, y el balón se escapó pegado al poste izquierdo de la portería inglesa.

Ya todo dependía de un milagro, pero Kelly, autora de la asistencia del empate inglés, engañó a la perfección a Cata Coll para certificar la victoria y el título de Inglaterra. La extremo realizó un feo gesto con la cara ante la guardameta española al celebrar el tanto.

Es la primera tanda de penaltis que la selección femenina pierde en un gran campeonato. La masculina tiene más experiencia, aunque nunca le ha ocurrido en una final. En el Mundial 2022 se despidió en los octavos de final tras caer ante Marruecos sin marcar ni un solo gol. Cuatro años antes le había ocurrido lo mismo, y en la misma ronda, ante Rusia (3-4). Recientemente, también se despidió de esa forma en las semifinales de la Euro 2020, ante Italia (2-4). Entre las más dolorosas se recuerdan las tandas perdidas ante Corea del Sur en los cuartos de final del Mundial 2002 y ante Bélgica en el de 1986, o la que se perdió ante Inglaterra en los cuartos de la Euro 1996.