Mbappé retoma los coqueteos con el Madrid como si nada: «Parece como si fuera mi casa»

Aprovechando este nuevo asalto del PSG a su gran objetivo, el New York Times ha publicado una entrevista con Kylian Mbappé, gran estrella del conjunto francés, que el pasado verano rechazó al Real Madrid para seguir su carrera deportiva en la ciudad del Sena.

En la conversación con el diario estadounidense, el internacional galo explica algunas de las circunstancias que rodearon aquella inesperada renovación, como su conversación con el presidente francés Emmanuel Macron: «Jamás imaginé que iba a hablar con el presidente sobre mi futuro, sobre el futuro de mi carrera, así que es algo loco, realmente algo loco». «Él me dijo: 'Quiero que te quedes. No quiero que te vayas ahora. Eres muy importante para el país. Tienes tiempo para irte, puedes quedarte otro poquito'», agregó. Unas palabras que, según explica Mbappé, fueron muy importantes a la hora de tomar su decisión final: «Cuando el presidente te dice eso, eso cuenta».

También debieron tener su importancias de la oferta del PSG, que el NYT desvela en su información. Según este diario, el buque insignia del club de propiedad catarí tiene un salario de 251 millones de euros por tres temporadas, es decir, a unos 83,6 millones por año. Cifras ya de por si al alcance de muy pocos, pero a las que se suma demás una bonificación de firma de 125 millones, la mayor realizada a un jugador sin contrato en la historia del deporte.

Su decisión final sorprendió a los aficionados de uno y otro club, pues se produjo cuando todo parecía hecho para que el delantero se vistiese de blanco. La euforia se desató entre los hinchas del PSG, mientras que en Madrid muchos madridistas renegaron del que había sido su mayor anhelo los últimos años.

Pero para el futbolista la situación no es ni mucho menos irreversible. Así, durante la entrevista no descarta un futuro fichaje por el catorce veces campeón de Europa, «nunca sabes lo que va a pasar», al tiempo que asegura que pese a no haber formado parte nunca del Real Madrid, le provoca un sentimiento de familiaridad: «Nunca he estado ahí pero parece como si fuera mi casa o algo parecido».

Estas declaraciones a la prensa norteamericana se suman a las que el delantero hizo en la previa del PSG-Juventus. Flanqueado en la sala de prensa por su entrenador, Christophe Galtier, Mbappé analizó su relación con su compañero de vestuario Neymar y el turbio asunto de la extorsión a Paul Pogba, que le salpicó de forma indirecta.

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Sobre este particular, Mbappé aseguró que prefiere confiar en la palabra de su compañero de selección sobre el supuesto uso de la brujería por parte de este para afectar a su rendimiento. «Prefiero confiar en la palabra de un compañero. Me llamó, me dio su versión de los hechos, y actualmente es su palabra contra la de su hermano, pero confiaré en mi compañero por el interés de la selección. Estoy bastante aislado de todo eso, veremos cómo va», señaló el de Bondy.

También Neymar y la relación que ambos mantienen en el vestuario del PSG fue objeto de preguntas por parte de la prensa, y Mbappé no rehuyó el tema. El galo explicó que siempre ha sido «basada en el respeto, con momentos fríos y calientes. Hay momentos en que somos mejores amigos y otros en los que hablamos menos, pero hay mucho respeto. La vida no es lineal con dos jugadores con este carácter».

Mbappé también fue claro al ser preguntado sobre si su papel había cambiado en el club tras decidir quedarse y no aceptar la oferta del Real Madrid: «En nada, sigo con el mismo rol que la pasada temporada, intento ser más resolutivo y ganar tantos títulos como pueda», aseguró. Tan solo despejó balones cuando fue cuestionado por si la directiva estaba cumpliendo con lo que le habían prometido para convencerle de la renovación: «Tienes que preguntarle a las personas involucradas».

Durante esa rueda de prensa que Mbappé compartió con su técnico, Christophe Gaultier, la respuesta del entrenador sobre el polémico uso de un avión privado para un desplazamiento corto de liga y las risas del futbolista han generado una oleada de críticas en Francia, donde los llamamientos al ahorro energético se recrudecen.

«Todos debemos tomarnos en serio el calentamiento global. Es grave, se trata del futuro de nuestro planeta», dijo este martes el ministro de Economía, Bruno Le Maire, al comentar en la televisión BFMTV la controvertida escena de la víspera.

La polémica se remonta hasta el pasado viernes, cuando el equipo de la capital se desplazó en un avión privado a la ciudad de Nantes (oeste) para disputar un partido de la Ligue 1. «De París a Nantes con Qatar Airways», plasmó en un tuit esta aerolínea, que patrocina la camiseta del club.

Pero, en un contexto de gran presión en Europa para la reducción del impacto de la huella de carbono en el transporte, este desplazamiento de unos 350 kilómetros no pasó desapercibido y fue comentado incluso por la compañía pública de trenes SNCF. «París-Nantes está a menos de dos horas en TGV», dijo Alain Krakovitch, responsable de esos trenes de alta velocidad, quien planteó una oferta al club adaptada a sus necesidades y a los intereses comunes de seguridad, velocidad, servicios y movilidad ecológica.

Preguntado este lunes por dichas declaraciones, el entrenador del PSG jugó la baza de la ironía, al responder que habían hablado con la empresa que organiza los desplazamientos del club para ver si podían «viajar en carro de vela». Unas declaraciones que, unidas a la imagen de Mbappé muerto de risa, le valieron una llamada al orden por parte de la ministra de Deporte, Amélie Oudéa-Castéra a través de la red social Twitter: «Señor Galtier, nos acostumbró a respuestas más pertinentes y responsables, ¿hablamos?».

«Pero ¿cómo se les ocurre responder eso? ¡Despierten muchachos! 'Ici c'est Paris' [Esto es París, el eslogan del club]», tuiteó también la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, que aplica una política para luchar contra el cambio climático en la capital.

Hay que señalar que esta polémica se produce en un contexto en el que la lucha contra el cambio climático es una política prioritaria. Así Francia limitó por ejemplo los vuelos de línea entre dos ciudades situadas a menos de dos horas y media en tren, como es el caso del trayecto París-Nantes.