El juez cita a Vilda como imputado por las coacciones a Jenni Hermoso

El instructor Francisco De Jorge le ha citado el 10 de octubre para que acuda con su abogado y pueda desplegar su derecho de defensa frente a los indicios de que participó en una supuesta maniobra orquestada por Luis Rubiales para convencer a Hermoso de que compareciese públicamente y quitase importancia al beso que él le había propinado en la entrega de trofeos del Mundial.

La decisión, que contó con el informe favorable de la Fiscalía, tiene que ver con la declaración que el lunes prestó como testigo el hermano de la jugadora, Rafael Hermoso. Él, que viajó con la absoluta a Australia, relató ante el juez las presiones que recibió por parte del entonces seleccionador durante el viaje de vuelta, horas de avión en las que habría recibido en su asiento varias visitas del seleccionador nacional para que intentase convencer a su hermana.

Otra testigo, íntima de la jugadora, declaró en una línea similar, avalando el relato de Jennifer Hermoso sobre los apremios que habría recibido todo su entorno ya desde los primeros momentos, pero también en los días posteriores, para que saliese en defensa de Rubiales ante los medios o compareciese con él en un comunicado conjunto que zanjase la cuestión. En aquel comunicado, en formato vídeo, acabó apareciendo el entonces presidente de la RFEF en solitario.

Vilda fue destituido de su puesto el pasado 5 de septiembre tras ser censurado por aplaudir a Rubiales durante la asamblea extraordinaria convocada días antes a fin de dar explicaciones. En aquel cónclave el aún presidente de la RFEF dijo que no dimitiría y de paso, anunció una renovación con subida de sueldo para el seleccionador nacional. En cuestión de horas se encadenaron varias dimisiones en el equipo técnico y finalmente, Vilda difundió un comunicado lamentando «el comportamiento impropio» de Rubiales en Sídney. Ahora, tendrá que declarar ante el juez.

Pero además de Vilda, el instructor Francisco De Jorge ha dirigido la causa contra el director de marketing, Rubén Rivera, y el director de la selección masculina, Albert Luque. Es un giro de guión. Tal y como viene informando este diario, los dos habían sido convocados en un inicio como testigos y de hecho, debían comparecer este jueves en la Audiencia Nacional. Sin embargo, el juez ha optado por cambiar su condición, citarles como investigados y darles un poco más de margen. Les ha convocado, como a Vilda, el próximo 10 de octubre.

El viraje, que cuenta igualmente con el aval de la Fiscalía, tiene que ver con la necesidad de que su declaración se preste con todas las garantías. Los testigos, cabe recordar, están obligados a decir la verdad, mientras que los imputados pueden mentir y tienen derecho a no revelar nada que les incrimine. Para ambos, este podría ser un escenario, ya que están señalados por la propia plantilla desde un inicio en el contexto de las presuntas coacciones: si al declarar como testigos hubiese aflorado algún indicio en su contra, el juez habría tenido que suspender la comparecencia y volverles a citar ya con abogado.

Como viene informando ABC, los dos viajaron a Ibiza con el equipo en la expedición que organizaron las jugadoras para celebrar el título. Se presume, y algo habrían referido el hermano y la amiga de Hermoso durante sus declaraciones, que durante aquellos días se prolongaron las presiones sobre Hermoso para que rebajase la tensión en torno a Rubiales.

Mientras, se mantienen las citaciones para este jueves de la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, y el recientemente cesado director de Integridad de la Federación, Miguel García Caba, ambos como testigos.

La primera tendrá la oportunidad de arrojar luz sobre cómo se fraguó el comunicado que la RFEF difundió la noche de la victoria a las agencias de noticias recogiendo entre comillas unas declaraciones exculpatorias pronunciadas por Jennifer Hermoso que ella niega haber autorizado. Este hito, como informó ABC, se investiga en el conjunto de hechos que podrían constituir el ilícito de coacciones.

Por su parte, García Caba podrá explicar el modo en que se confeccionó bajo su dirección un informe que en cuatro días exculpó a Rubiales y dio por «anecdótico» lo ocurrido, utilizando expresiones muy similares a las que el mencionado comunicado atribuía a la jugadora.