Fútbol / Final Champions
Con el gen del Borussia Dortmund, un trampolín ideal hacia el estrellato para los jóvenes
El club alemán se ha especializado en fichar jugadores jóvenes a los que termina vendiendo por cifras millonarias
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Iniciar sesiónRobert Lewandowski, Ousmane Dembélé, Christian Pulisic, Aubameyamg, Erlind Haaland, Mkhitaryan o Akanji, entre muchos otros, se enfundaron su uniforme negro y amarillo. Si en la plantilla actual del Borussia Dortmund, en la que ahora lucen figuras como Jadon Sancho, Niclas Füllkrug, Julian ... Brandt o Marcel Sabitzer, permanecieran algunas de las estrellas que no hace tanto tiempo se vestían en su vestuario, el rival del Real Madrid en la final de la Champions League de este sábado sería un equipo temible. Realmente temible. El alemán, sin embargo, es un club acostumbrado a tener que reinventarse prácticamente cada verano por la filosofía que lleva aplicando desde hace años: comprar jóvenes talentos, explotar sus cualidades durante unos años y acabar el proceso con sus ventas a los grandes tiburones del fútbol europeo. Un guion seguido al pie de la letra con el ahora madridista Jude Bellingham, un jugador por el que los germanos pagaron 30 millones de euros en 2020 para traspasarle solo tres años después por 103 millones. Una entidad convertida en una especie de estación de paso para grandes futbolistas.
El de Bellingham no es, sin embargo, el traspaso más caro en la historia del equipo de Dortmund, que tiene ese techo en los 135 millones de euros desembolsados en su día por el Barcelona para atar a Dembélé (costó 35 a los alemanes). Porque el Borussia, que ante el Real Madrid busca la segunda Copa de Europa de su historia, es un conjunto habituado a anticiparse en el rastreo de futbolistas para localizar nuevos talentos, también a moverse rápido en el mercado para cerrar operaciones. El éxito de esa filosofía radica en un excelente grupo de ojeadores para detectar futuras estrellas en equipos de perfil medio, en la habilidad de sus dirigentes para negociar los traspasos y en la firmeza de sus técnicos para ofrecer un entorno de confianza a las jóvenes promesas.
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Así captó en 2017 a Jadon Sancho, por el que pagó 8 millones cuando militaba en las cateorías inferiores del Manchester City. El habilidoso atacante inglés emprendría cuatro años después el viaje de regreso para sumarse al otro equipo de la ciudad, una operación con la que los germanos ingresaron 85 millones del Manchester United. El internacional se diluía en Old Trafford y desde enero de 2023 juega otra vez en el Signal Iduna Park, aunque como cedido.
La excepción de Lewandowski
Una de las excepciones de futbolistas que no aportaron beneficio económico en la cuenta del Borussia Dortmund fue, curiosamente, el polaco Lewandowski. Comprado por 5 millones al Lech Poznan, el delantero, uno de los grandes realizadores en la historia del equipo alemán, cumplió su contrato hasta el último día y terminó marchándose gratis al Bayern. No dejó millones en la caja, pero sí cientos de goles y alegrías durante su estancia en un club acostumbrado a mirar también a sus categorías inferiores para dar oportunidades a sus jóvenes.
Esa decidida apuesta por la cantera y la adquisición a bajo coste de jóvenes con ganas de comerse el mundo le funciona de maravilla al Borussia Dortmund sobre el césped y también aporta suculentos ingresos a una entidad que a principios de siglo vio de cerca el abismo por una errónea gestión en el pasado. La situación económica llegó a ser angustiosa hasta el punto de que un préstamo de tres millones de euros por parte del Bayern de Múnich evitaba en 2003 la condena definitiva para un club que arrastraba entopnces una deuda de más de 200 millones de euros y que parecía abocado a la bancarrota. Ese giro en la política de fichajes ha llevado al equipo a tener solo en la última década un balance positivo en el mercado de casi 200 millones. Pero además de ventas millonarias, el Borussia se ha especializado en los últimos años en recuperar a exjugadores con margen de mejora y posible beneficio económico, como fueron en su día los casos de Gotze o Kagawa.
Un club que cuida a la afición y que tampoco duda en poner sus proyectos en manos de entrenadores noveles y sin excesivo cartel en el fútbol europeo. Porque en las apuestas para el banquillo tampoco hay dispendios, el hombre por encima del nombre. Dos técnicos tan reconocidos en la actualidad en todo el mundo como Jurgen Kloop o Thomas Tuchel se unieron al Borussia Dortmund después de su estancia en un modesto como Mainz. El aval para incorporar a ambos no fue el palmarés ni los títulos, sí su perfil para adaptarse a la filosofía de la entidad. Técnicos acostumbrados a bucear en la cantera, a trabajar con jóvenes y a sacar lo mejor de ellos. Así levantó Kloop las Bundesligas de 2011 y 2012, las últimas depositadas en las vitrinas de un club que peleará la Champions al Madrid guiado por Edin Terzic. Un entrenador que cumple su tercera temporada al frente del equipo y que solo había trabajado en sus categorías inferiores antes de dar el salto a la élite. Este sábado sueña con tocar el cielo con el equipo que animaba de niño desde la grada, con el Borussia Dortmund, el club de las primeras estaciones.
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