Dani Alves, el último de la larga lista de futbolistas acusados o condenados por abusos sexuales

Durante el juicio Alves reclamó su absolución, alegando que las relaciones fueron consentidas y apuntando que aquella noche se encontraba bajo los efectos del alcohol, pero el tribunal de la Sección 21 desestimó sus argumentos.

El del lateral brasileño es el último caso de una larga lista de futbolistas que vieron su carrera salpicada por casos de abusos sexuales. En algunos casos con condenas como resultado y en otros con acusaciones que quedaron en nada tras no poder ser probadas.

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La justicia italiana condenó a nueve años al también brasileño Robinho y a un amigo por la violación de una joven albanesa. Los hechos sucedieron el 22 de enero de 2013. Según la víctima, que denunció «violencia sexual», le ofrecieron varias bebidas alcohólicas. El periódico 'GloboEsporte' filtró una serie de conversaciones del futbolista, en las que se le escucha decir que «la mujer estaba completamente borracha, ni siquiera sabe lo que pasó» o que le introdujo «el pene en su boca».

En el año 2017 el futbolista vigués Santi Mina fue condenado a cuatro años de prisión por el abuso sexual a una joven. El jugador, que está luchando ante la justicia para evitar la prisión, decidió marcharse a jugar al fútbol de Arabia Saudí para alejarse de la polémica y poner tierra de por medio.

Otro de los casos más sonados en el mundo del fútbol tuvo lugar también en España. Sus protagonistas fueron varios jugadores de la Arandina, Carlos Cuadrado, Víctor Rodríguez y Raúl Calvo, condenados por una agresión sexual en grupo a una adolescente de solo 15 años. La condena por estos hechos fue de 38 años de cárcel.

Braulio Nóbrega, delantero canario que jugó en equipos como el Getafe y el Zaragoza, fue detenido en el año 2011 por una agresión sexual cerca de la capital aragonesa. Logró finalmente esquivar la cárcel al llegar a un acuerdo económico, en torno a los 12.000 euros, por daños y perjuicios, después de haberse declarado culpable. El Real Zaragoza, su equipo por aquel entonces, le despidió.

Rubén Castro, delantero del Betis, tuvo que enfrentarse a la justicia española por siete delitos de malos tratos y uno de agresión sexual contra la que era su compañera sentimental. La Fiscalía solicitó una condena de entre cuatro años y ocho años, pero el jugador quedó finalmente absuelto tras pagar una fianza de 200.000 euros.

El inglés Mason Greenwood, en la actualidad futbolista del Getafe, fue detenido cuando defendía la camiseta del Manchester United. Su pareja, Harriet Robson, denunció en su perfil de Instagram malos tratos por parte del jugador además de asegurar que la forzó a tener relaciones sexuales. Sus testimonios acabaron en una acusación formal de de intento de violación y «conducta controladora, coercitiva, y agresión que ocasionó daños corporales», que le costaron ser apartado de su club y la suspensión de su contrato con la empresa de ropa deportiva Nike. Finalmente los caros fueron retirados y Greenwood acabó fichando por el conjunto madrileño.

El que fuera futbolista del Manchester City llegó a ser acusado hasta de siete cargos de violación, otro de intento de violación y uno más de agresión sexual, pero meses después de todo el proceso judicial quedó libre. El Tribunal de la Corona de Chester consideró que no existían argumentos fundados para declarar culpable de estos cargos al defensa y emitió un veredicto favorable a él. Tras su arresto el 11 de noviembre de 2020 su club decidió terminar su relación con él.

También fue detenido en su día Rubén Semedo, exfutbolista del Villarreal, acusado de violación en grupo. Sucedió cuando ya había dejado el equipo español y defendía la camiseta del Olympiacos griego. Quedó en libertad tras pagar una fianza de 10.000 euros y finalmente la justicia ateniense le declaró inocente. El jurado consideró que las pruebas no eran suficientes para una condena.

El futbolista brasileño que en la actualidad juega en Arabia Saudí fue acusado en dos ocasiones. La primera en 2016, después de que durante una visita a Nueva York presuntamente, intentó obligar a una empleada de Nike a realizar sexo oral. Aquello le costó su contrato con la empresa de ropa deportiva, pero la investigación no fue concluyente. Y en 2019 fue acusado de violación por una modelo brasileña, que afirmó haber sido agredida sexualmente en un hotel de París. Neymar defendió siempre que la relación fue consentida y las autoridades brasileñas, país donde se planteó el caso, archivaron la denuncia.

La modelo Kathryn Mayorga denunció a Cristiano Ronaldo por una presunta violación ocurrida en 2009 en un hotel de Las Vegas, en Estados Unidos). Llegó a reclamar 65 millones de euros por daños y perjuicios, pero el portugués siempre negó las acusaciones. Finalmente nunca llegaron a presentarse cargos penales.

Tras la muerte de Diego Armando Maradona, la cubana Mavys Álvarez, denunció, veinte años después de que fuera novia del argentino con solo 16 años, que el futbolista la tenía secuestrada: «Estaba limitada en todo, no podía hacer nada. No podía salir del hotel. Tenía que pedir permiso para todo. Tenía seguridad pero no para poder moverme con libertad sino para no moverme. Mi mamá vino a verme a la casa donde estábamos en La Habana y Diego no le quiso abrir la puerta. Él me tapó la boca para que yo no gritara, para que yo no dijera nada y abusó de mí».