Liga Santander
El Barça redefine qué es el ridículo
Crónica
Había que remontarse a las oscurantismo previo a Cruyff para recordar a una Barça que tirara una Liga con más impotencia , más mediocridad y más deshonor. Ansu y Riqui Puig fueron titulares cuando ya nada importaba nada. Parecía una burla. Osasuna, de purísima ... y blanco; el Barça, con su espantosa formación a cuadros. 23 grados en el Camp Nou, con algunas -pocas- gotas de lluvia cuando dio comienzo el partido. Setién vestía una dudosa camisa blanca con absurdísimas coderas azules y Eder Sarabia no paraba de darle órdenes como si le gritara a la criada.
Messi empezó perdiendo dos balones, muy pesado el argentino, como si hubiera merendado demasiado. Muy triste durante todo el partido el argentino , y pese a ello fue el único de su equipo que no dejó de rebelarse contra la impotencia. Y tenía mérito, porque para tener que pasar por semejante humillación, con la Liga ya materialmente perdida, era normal que pensara que podría estar mucho mejor en cualquier otra parte. Qué triste ha sido asistir, en las tres últimas temporadas, a la dejadez de este club en general y de estos jugadores concretamente. Que Bartomeu sea una calamidad de presidente, que lo es, como lo fue Rosell, no exculpa a unos jugadores que han puesto mucho más empeño en mejorar su salario que su juego . Su deslealtad con el club, y con los aficionados, ha sido desleal Noche deprimente en el Camp Nou. Noche humillante. Hay que fumigar y que no quede nadie. Sólo Messi. Y a los demás despedirlos con la misma deshonra que nos han causado.
Griezmann, lesionado, miraba el partido en blue jeans y Umtiti se empezaba a tomar un café, también vestido de calle, justo cuando en el minuto 14 José Arnáiz logró adelantar a su equipo de un potente disparo , centro de Estupiñán. Incapaz defensa azulgrana, con especial ridículo de Piqué, que quiso y no pudo interrumpir de espuelas el centro que dio lugar al gol. Setién hablaba como solo, con las manos en los bolsillos, sentándose y levantándose del banquillo. El Barcelona quedó tocado y un Osasuna crecido pudo marcar el segundo: Moncayola. Messi chutó una de sus faltas al travesaño pero sin que ello tuviera efectos vigorizantes en el juego de su equipo. Continuaba la inconcebible ternura defensiva local, desbordada cada vez que Estupiñán corría por su banda , estirándola. Setién, como el perdedor que es, se quejaba mucho al cuarto árbitro. Osasuna es de todos modos un buen equipo, con un juego muy estable. Ha hecho una buena temporada. Buen trabajo, muy bueno, de Jagoba Arrasate. Poco antes de la media hora, el Madrid marcó y hundió todavía más al Barcelona en su patetismo, que se precipitaba en ataque, acuciado aunque sólo fuera por el más elemental sentido de la dignidad, pero los nervios le alejaban todavía más, y eso era decir mucho, del acierto.
Caras largas en la pausa de refrigeración. Resignación de Setién, que no habló con nadie . Arthur se casi durmió en la grada, se le cerraban los ojos, le caía la cabezota, y aunque la estampa fue impresentable, la verdad es que no me extrañó nada. Y luego unos tremendos bostezos, también justificados e igualmente impropias de un profesional. De tanto llegar en bicicleta al Camp Nou, a Piqué le pesaban las piernas. Lástima que en algunos momentos de esta temporada, y de las dos anteriores, no le haya pesado, y bastante más, la vergüenza. El Barça tuvo presencia y balón. El Osasuna, profundidad, y el gol Y los jugadores, el entrenador y el presidente del Barça, lo que en verdad tuvieron, fue mucha suerte de no hubiera público en el estadio. Los pitos y la pañolada habrían sido de escándalo. Darko se hizo daño, mucho daño en el hombro, tanto daño que hasta dolía verlo por televisión.
Al Barça le anularon un gol, bien anulado, justo a la vuelta del descanso. Más tarde, también acertadamente, a Suárez le anularían otro, y fue una lástima. El Osasuna continuaba intimidando a la mantecosa defensa culé con cualquier acción defensiva. En el 63, Messi consiguió por fin marcar de falta, tras 36 faltas falladas . Gesto de rabia del argentino. El peor Messi de todos los tiempos continuaba siendo el mejor de su equipo y el único que merece ser salvado de la urgente fumigación. El Osasuna marcó en el descuento para acabar de dejar al Barça en el exacto lugar que merecía .
Si tras semejante demostración de incapacidad, si viendo el hundimiento total que ha causado, Bartomeu no anticipa las elecciones, no sólo será recordado como el peor presidente sino como la persona más deleznable.
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