Setién trae de vuelta a Cruyff en una gélida noche

Pero pese a la continuidad enseguida vimos la mano de don Quique

en el equipo, con más jugadores por delante del balón, con más velocidad en la circulación y con esta alegría que encarna Ansu Fati , y su prodigiosa facilidad para chutar con sentido e intención. En el minuto 6 casi marca. En el 10, una bella trenza entre Messi y Alba -muy bien el Barça en el juego interior, muy rápido- llegó rematarla muy forzado por encima del travesaño. La disposición táctica de Setién, con Rakitic, Busquets y Arturo Vidal, ayudados por fuera por Messi y Griezmann , aseguraba salidas limpias y llegadas claras al área del Granada. La mejor decisión del míster fue dejar de incrustar a Busquets entre los centrales para situarlo unos metros por delante. El fútbol de Setién, como el de Guardiola y el de Cruyff, se gesta por dentro y se acaba por fuera. Esta fue la sensación: que las buenas ideas de Cruyff estaban de regreso en el Camp Nou, directamente llegadas del Cielo. Pese al frío y al viento, se respiraba en el estadio la emoción de tener la magia de vuelta. Setién es el técnico más veterano de la Liga (61) pero su fútbol estaba siendo el más joven y atrevido. Messi en el 21 demostró que no es que sea el mejor, sino el único , llevándose tras mil patadas un balón que hasta Dios habría dado por perdido. No sirvió de nada, pero fue una acción memorable.

El Barça volvió a expresarse a través del pase corto y preciso, del primer toque, de la intensidad en la presión. Algunas de estas características son las propias del credo futbolístico de Setién; otras, eran más propias de los jugadores queriendo gustar al nuevo entrenador. Dicho de otro modo: si Valverde vio el partido de su casa, tuvo razones para enfadarse por tan súbito y sensible cambio de actitud. Messi en el 44 falló lo que nunca falla -un pase de la muerte de Jordi Alba . Un Barça de más a menos, reconciliado con su identidad pero falto de profundidad, fue incapaz de marcarle un gol al Granada en la primera parte.

La segunda mitad empezó con más frío y más viento y aunque los preceptos de Setién permanecían el Barça se decantaba hacia Messi, buscando su solución mágica. El argentino lo intentaba con su talento habitual pero con falta de acierto al final. Riqui Puig salió a calentar y el Camp Nou lo recibió como a la esperanza . A los azulgranas les faltaba electricidad, finura, bisturí, y desde luego la noche gélida no era propicia para la poesía. Y fue el Granada quien primero pudo marcar en la segunda mitad, pero Brice chutó al palo, Casi a continuación, la expulsión por doble amarilla de Germán fue justa y necesaria, y bastante estúpida por parte del jugador. Entró Riqui Puig -por Rakitic- y el Camp Nou humedeció.

[ Vea el gol de Messi en video ]

El Barça contra diez halló más espacios, el Granada renunció a salir y se limitó a resistir, y Riqui Puig revoloteaba con más nervio que acierto, como quien tiene muchas ganas de escribir y no sabe exactamente qué. Pero fue precisamente él quien de una presión creó una acción, para que entre Messi y Arturo Vidal consiguieran el primer gol. Buena asistencia de tacón del chileno al argentino. Carles Pérez entró por Ansu y Arthur por Arturo Vidal.

Buen inicio de Setién, prometedora declaración de intenciones, Johan Cruyff nuestro que está en el Cielo bajó de visita a la Tierra y fue muy agradable volverle a ver. A partir de ahí queda mucho trabajo por hacer, mucha maquinaria por engrasar, y la parte exigente de la temporada que acecha sin piedad y no todos los equipos -de hecho, casi ninguno- van a ser como el Granada.