La FIFA, un foco contínuo de corrupción

Sin embargo, este no es el primer escándalo que se produce en el organismo rector del fútbol mundial. El primer caso ocurrió en 2002, cuatro años después de que Joseph Blatter asumiese el cargo de presidente. El que fuera por aquel entonces secretario general de la FIFA, Michel Zen-Ruffinen, hizo público un informe en el que acusaba a Blatter de mal gastar más de 500 millones de dólares.

Zen-Ruffinen presentó el informe a las autoridades de Suiza, país en el que se encuentra la sede de la FIFA, pero Blatter fue declarado inocente. Posteriormente, el secretario general fue despedido.

Ocho años después, en 2010, la cadena de televisión BBC emitió un documental sobre la «suciedad» que esconde la FIFA. En el documental se acusaba a uno de los vicepresidentes de este organismo , Jack Warner, de Trinidad Tobago, de solicitar entradas por valor de 64.190 euros para el Mundial de Sudáfrica 2010 con la intención, presuntamente, de destinarlas al negocio de la reventa.

En el mes de julio de 2014, la FIFA volvía a ser noticia por otro hecho negativo. El británico Raymond Whelan, uno de los directores de la Match Hospitality, empresa contratista de la FIFA, fue detenido por la policía brasileña, acusado de liderar una red de reventa de entradas en los últimos cuatro mundiales de fútbol.

Unas entradas que pertenecían a las que controla el propio organismo para sus compromisos y que eran manejadas por el empresario franco-argelino Mahamadou Lamine Fofana, quien también fue detenido.

Phillipe Blatter, uno de los sobrinos del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, era propietario de una empresa que en ese momento tenía una participación minoritaria en Match Hospitality, por lo que los nombres de tío y sobrino se vieron implicados en el asunto.

El escándalo también salpicó a Humberto Grondona, hijo del expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) e instructor FIFA. Una entrada a nombre de Humberto Grondona apareció en la reventa y él mismo reconoció que se la pasó a un amigo.

Unos meses después, en septiembre de 2014, varias decenas de funcionarios de la FIFA volvían a protagonizar un nuevo caso de corrupción al recibir relojes muy valiosos por parte de la Confederación Brasileña de Fútbol durante el pasado Mundial de 2014.

La presunta red de sobornos apuntó a las altas esferas del organismo rector del fútbol mundial, puesto que todos los miembros del comité ejecutivo de la FIFA, así como los presidentes de las federaciones de los 32 países participantes y los presidentes de los miembros de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), fueron recibidos con un regalo de bienvenida verdaderamente valioso: relojes de lujo suizos valorados en 19.000 euros.

El penúltimo escándalo por corrupción en el que se ha visto involucrada la FIFA ha sido en relación con el Mundial de fútbol de 2022. Un correo electrónico de Jerome Valcke, secretario general de la FIFA, sugería que Qatar ganó la votación de Zúrich a golpe de talonario . Pese a las especulaciones sobre la posible compra de votos por parte del país asiático, el Mundial se disputará en Qatar y no ha tenido, al menos de momento, ninguna consecuencia para Blatter.