Goles para tapar la crisis institucional

Quizás fue ese compromiso de club el que provocó que los azulgrana salieran tan diligentes a por el triunfo. Pronto, en el minuto 6, ya habían generado su primera opción clara para batir a Willy Caballero, un portero mayúsculo, poco valorado en su país, y que acostumbra a crecerse en los escenarios más mediáticos. Que se lo pregunten al Madrid o al Borussia Dortmund, por ejemplo. No obstante, en esa acción el arquero argentino no intervino. Fue el palo el que repelió el disparo de Alexis, que controló mal un servicio de Cesc y por ello no apuntó como la ocasión merecía. En los primeros compases, el Barça salió a demostrar que poco a poco va encontrando argumentos para sobreponerse a defensas cerradas. Uno de ellos responde al intercambio de posiciones entre Messi y Cesc, lo cual siembra cierto desconcierto entre los rivales.

Probablemente ayer los azulgrana firmaron uno de los capítulos más redondos desde que Martino aterrizó en el banquillo. Presión, circulación veloz, movimientos al espacio, facilidad para generar ocasiones de gol… De todo ello fue víctima el Málaga, que pese a todo aguantó hasta el minuto 39 sin encajar. Los visitantes incluso pudieron adelantarse en el marcador gracias a dos acciones a balón parado (cómo no) bien tocadas por un especialista en la materia, Duda. En ambos casos Valdés evitó el gol, primero tras un libre directo del portugués y luego al atajar un remate a bocajarro de Pawlowski, que sustituyó en la primera mitad a Santa Cruz.

Sin embargo, las ocasiones de los de Schuster fueron aisladas y lo normal hubiera sido que el Barça se adelantara mucho antes. Después de tres acciones claras no resueltas por Messi, Alves y Jordi Alba —gran partido el suyo, en ataque y en defensa—, fue Gerard Piqué el que deshizo la igualada. El central anotó por segunda jornada seguida, también de córner, tras recibir de Alexis dentro del área, acunar el balón con el pecho y fusilar a un Willy que ya llevaba dos paradas de mérito. Así se llegó al descanso, seguramente con menos goles de lo que hubiera correspondido.

La segunda parte sirvió para confirmar la placidez de la victoria culé. Sólo un centro envenenado de Antunes en el 48 estuvo a punto de evitarlo. Despejó el peligro Alba, una vez más, y a partir de ahí se sucedieron las ocasiones. Willy detuvo las dos primeras a Cesc y Alexis, pero no pudo con la tercera. Pedro sentenció con un tiro colocado a pase de Messi, quien por otra parte sigue sin marcar en Liga tras su lesión. Eso sí, el argentino acumula cuatro asistencias en los últimos dos partidos. Cinco minutos después llegó el tercero, obra de Alexis. Fue una jugada coral, iniciada por Messi, prolongada por Pedro y finalizada por el chileno.