Juanpe López, un español 'maglia' rosa del Giro siete años después

El tono ceniza del Etna se divisa a cada pedalada intensa de Juanpe López, que ha soltado a sus compañeros de fuga ansioso por mostrar su nombre al público que no lo conoce más allá de los acérrimos del ciclismo. Juanpe, un diminutivo más asumible que su nombre completo (Juan Pedro López Pérez), no ha hecho cálculos al atacar a los 13 escapados que tantearon la primera jornada de montaña del Giro. Se ha quedado solo y sueña.

Imagina el sevillano su primera victoria después de seis temporadas en el mundo profesional y tantos tiros al poste. Tres veces segundo en etapas de la Vuelta a España, como este martes, también segundo detrás de Kamna al patinar en la última curva a izquierdas unos metros antes de la meta.

Imagina, más lejana la posibilidad, la 'maglia' rosa al final de la cabalgada. Sus perseguidores no dimiten y el belga Mauri Vansevenant está a pocos segundos en la general. Son 23 kilómetros de puerto interminable, no muy duro (5,8 de desnivel medio), adaptado a sus características de escalador.

Juanpe, 24 años, nunca ha estado en el primer escalafón, pero sí ha despuntado como un trepador de nivel que quería hacerse hueco. La principal virtud ha sido su constancia para no rendirse ante la falta de resultados.

Criado en la cantera que un día promocionó mientras era profesional Alberto Contador, Juanpe debutó en el ciclismo en el equipo fundado por el campeón de Pinto, el Polartec Kometa que hoy compite en el Giro como Eolo Kometa.

Desencajado en la última curva, casi se come a Kamna, Juanpe llega a meta con el rostro de la ambición. Golpea el manillar, lamenta la ocasión perdida, pero unos minutos después saborea el elixir de una prenda con una mística única, la 'maglia' rosa.

«Quería ganar pero era muy difícil. Casi me estrello con Kamna y... nada. Luego descubrí que tengo la maglia rosa y estoy muy feliz -declaró el español-. Lo disfrutaré hoy, mañana, no sé cuántos días la tendré, pero disfrutaré cada momento» .

Juanpe integra así un grupo selecto y reducido: los españoles que algún día vistieron la seductora camiseta rosa. Solo hubo 16 ciclistas antes que él en 113 años de Giro. Una estadística que impone y sitúa para siempre al sevillano en los libros de historia o, mejor, en la nube de los archivos actuales. Juanpe ya tiene el mismo espacio que Abraham Olano , quien fue líder un día y acabó tercero en 1996 detrás de Tonkov y Zaina. O que Salvador Botella, líder en la quinta etapa en una edición (1958) con triunfos de leyendas españolas como Bahamontes o Poblet. O como el vallisoletano Juan Carlos Domínguez, autor de una página antológica al ganar el prólogo contrarreloj de la carrera en 2001 en Groningen (Holanda).

Mucho más lejos le quedarán con toda probabilidad, porque no es favorito a mantener el rosa en la alta montaña, otros apellidos de postín. ‘Purito’ Rodríguez fue líder 10 días del Giro en 2012 y perdió en última instancia ante el canadiense Ryder Hesjedal. Julio Jiménez, el relojero de Ávila, estuvo al frente once días en 1966. E inalcanzables parecen los gigantes José Manuel Fuente (15), Alberto Contador (23) y Miguel Induráin (29). Juanpe tiene dos jornadas propicias para que su equipo, el Trek, defienda el liderato antes de la séptima etapa, con mucha montaña y final en Potenza.

La etapa deja decepción en el grupo de favoritos. Se retira 'Supermán' López, sin fondo ni fuerzas, caen Van der Poel, como estaba cantado, y Tom Dumoulin, menos previsible. Y nadie atenta contra la maquinaria del Ineos: Narváez, Castroviejo, Sivakov, Carapaz. Ni un ataque . Desolador tratándose de un puerto con tantas posibilidades.