El favorito del Giro busca la inspiración en Egan Bernal

Faltan los eslovenos en el Giro, Pogacar y Roglic , también el Egan Bernal convaleciente, y ningún español aspira a conquistar la carrera que un día encumbró a José Manuel Fuente, Miguel Induráin o Alberto Contador. En las ausencias habituales de gente que se prepara para el Tour, el candidato número uno es Carapaz.

«Richard es el principal favorito», comenta el portugués Joao Almeida, líder rosa del Giro de la pandemia, el 2020, hasta que llegó la gran montaña de los Dolomitas. «Carapaz, por encima de los demás», pronostica Valverde, quien se despide del Giro, una carrera que apenas conoce pero que le entusiasmó en su única participación (2016, acabó tercero en el podio).

Y Carapaz asume el papel con ese rictus ceremonioso en el que apenas concede una alusión a su país. «Tenemos que estar orgullosos de tener varios corredores ecuatorianos en el Giro, pero estoy aquí para cumplir un objetivo personal, no solo por mi país», dice para decepción del entusiasta periodista ecuatoriano que casi monopoliza el encuentro con la prensa.

«Tenemos un equipo muy potente, las ideas claras y un objetivo común: intentar ganar el Giro», responde Carapaz, tan seguro de sí mismo que se atreve a visualizar un doblete Giro-Tour al estilo de Pantani en 1998, o de Miguel Induráin en 1992 y 1993, los últimos en conseguirlo. «Quiero ganar las dos, el Tour y el Giro», dice el suramericano.

Carapaz se ha entrenado hace unos días con Egan Bernal en Montecarlo. Del colombiano se hizo eco con alarmismo creciente un sector del periodismo, augurando parálisis, temporada acabada o incluso clausura de vida deportiva para el último vencedor del Giro. Egan Bernal, compañero de Carapaz, ya está entrenando sin que medie ningún milagro, sino el conocimiento de la ciencia, y con él consume kilómetros Carapaz. «Fue un encuentro muy emotivo con Egan -dice el ecuatoriano-, algo muy grande, fue bonito verlo y tiene muchas ganas de recuperarse. Me ha alegrado muchísimo verlo y estar con él».