Locales y visitantes comenzaron inusualmente desacertados, quizás despistados por el homenaje previo a Tavares, y protagonizaron un cuarto terrorífico. Para darle lustre se podría decir que se impusieron las defensas, pero la realidad es que ambos conjuntos fallaron un número escandaloso de tiros. De dos y de tres. Un despropósito en el que sobresalió Musa, que acabó desesperado por sus errores.
No fue hasta el segundo cuarto, con Hezonja caliente, cuando los blancos mejoraron su tiro y se escaparon en el marcador gracias a sendas dianas del croata y Llull desde la línea de tres. No era mucha la mejora, pero sí bastante para labrar una ventaja de trece puntos al descanso.
El Gran Canaria volvió a la pista con ímpetu y acierto, pero al ver el duelo en peligro Chus Mateo no dudó en recurrir de nuevo a Hezonja. La calidad y el liderazgo del balcánico fueron suficientes para evitar sustos a los blancos y amarrar su noveno triunfo seguido en Liga.
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