Golf
Jon Rahm: «Ahora ya no juego por mí, lo hago por mi hijo»
El último ganador del Open de Estados Unidos se ve favorito en el Open Británico que se abre mañana gracias a sus dos motivaciones: Severiano Ballesteros y el pequeño Kepa
Rahm, el último guardián de los valores del golf
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Iniciar sesiónEl Open Británico es cada verano una cita imprescindible para el golf español. Desde que Severiano Ballesteros consiguió su primera Jarra de Clarete en 1979 se estableció una relación de amor con este torneo que el domingo puede culminar con otro ... gran éxito. Pese a que el cántabro repitió triunfos en 1984 y 1988, hasta ahora ningún otro jugador español ha sido capaz de igualarle, lo que supone un reto especial para el hispano más en forma del momento: Jon Rahm .
¿Cuánto le motiva ganar el Open?
Muchísimo, no le voy a engañar. Obviamente conseguir el Open USA supuso un alivio y quitarme un peso de encima, pues ya no tendría que escuchar nunca más eso de que todavía no había ganado un grande. Pero ahora estoy aquí para ganar el siguiente. La motivación no ha bajado, al revés, porque ningún español aparte de Seve ha ganado el Open, así que sería muy especial para mí.
El ‘British’ y Ballesteros siempre van unidos. ¿Sueña con imitarle?
Si consiguiera la décima parte de los logros que logró Seve en su carrera estaría más que satisfecho. Y si nos centramos en este campeonato, creo que es el ideal para vincular tu nombre a él. Es el que más historia tiene, el más unido al golf español y europeo y sí, me encantaría tenerlo en mi vitrina. Si voy a ganar un segundo grande, no voy a negar que cualquiera sería bienvenido, pero es cierto que un Open Británico sería algo increíble.
Después de jugar la semana pasada en Escocia, ahora en Kent se medirá al temible Royal St. George’s. ¿Qué espera del campo?
Bueno, los ‘links’ son el golf en estado puro y hay que ser conscientes de que unas veces te benefician y otras te perjudican. En 2009 jugué aquí el ‘British Boys’ y fue mi primera experiencia en un recorrido de este tipo, guardo buenos recuerdos. La verdad es que el campo no ha cambiado, el que lo ha hecho soy yo (bromea).
Este tipo de diseños naturales se caracterizan por estar batidos por el viento, tener calles muy onduladas y rápidas y contar con un ‘rough’ y unos bunkers durísimos. En su haber ya tiene dos Abiertos de Irlanda con este estilo. ¿Se considera un experto en este tipo de golf?
Yo no diría tanto. Crecí jugando en campos de interior y mi relación con los ‘links’ no es tan amplia; lo que sí intento, según dice siempre Jack Nicklaus, es sacar el máximo partido de mi juego en cualquier tipo de circunstancia. Creo que saber adaptarte a las peculiaridades de cada semana es lo que te hace un mejor jugador.
La semana pasada en Escocia luchó por el triunfo, pero al final fue séptimo. ¿Acabó decepcionado?
No, en absoluto. El golf no es como otros deportes, aquí perdemos más torneos de los que ganamos, hay que saber vivir con ello. Al contrario, estoy contento con mi actuación de la semana pasada, aunque tuve algunos errores de estrategia que me costaron caros. Pero en general jugué muy bien y espero seguir esta semana con el mismo estado de forma.
¿Se ve ganando la Jarra de Clarete?
Por supuesto. Como digo, estoy en buen momento y con la motivación especial de seguir el legado de Seve en este torneo. Estoy seguro que, igual que hizo en Torrey Pines, me echará una manita desde el cielo.
¿De qué modo le ha beneficiado ser padre?
No podría decir una sola consecuencia, lo que sí veo es que mi primer hijo me ha traído más calma. No sé cómo explicarlo, es un pequeño salto de madurez que me está ayudando mucho en las propias vueltas de golf. En otros años, cuando me venían momentos complicados, quizá hubiera perdido los papeles, pero este año lo estoy viviendo de una manera diferente. No sé, es como si supiera que Kepa está ahí mirando y quisiera darle un buen ejemplo.
Pero esto requiere un gran trabajo psicológico y usted es un hombre de sangre caliente.
No es que no deba tener una reacción lógica en una circunstancia de rabia o de inconformismo, tampoco pretendo dejar de ser quien soy, porque esto me ha llevado a donde estoy, pero es verdad que ahora con mi hijo en mis brazos no dejo de pensar en qué es lo que quiero ser. Y eso pasa por ser un referente del que él puede estar orgulloso. En general creo que he experimentado un pequeño cambio que me ha ayudado a ser mejor persona, mejor padre y hay veces que te hace falta algo así para vivir estos cambios.
Entonces hay que decir adiós al Rahm de los enfados y bienvenido al más cerebral.
Por supuesto, de hecho llevo mucho tiempo trabajando este aspecto desde el punto de vista psicológico. Si yo me avergüenzo a veces de las cosas que hecho en el campo de golf, no querría ni pensar que podría decir mi niño en el futuro. Me gustaría que esas situaciones puntuales se quedaran en el pasado, un poco como ha conseguido hacer Roger Federer, que de joven también protagonizó algunos momentos críticos y hoy por hoy es un ejemplo de deportista.
Aparte de en el temperamento, ¿qué otras cosas le ha cambiado su hijo en estos meses?
En el día a día familiar no ha cambiado nada, sigo siendo muy hogareño y estoy en casa con Kepa, ayudo a Kelly… No puedo hacer mucho más que cambiar pañales e intentar que se duerma, porque lo demás lo hace todo ella. Pero sobre todo me encanta pasar el tiempo con él, egoístamente es por mí. Disfruto mucho teniéndole en brazos.
¿Y en el aspecto profesional, también le ha cambiado la vida?
La presencia de mi hijo lo único que ha podido cambiarme es que me obliga a tener un horario de vida más organizado, lo cual es bueno; lo demás no varía. Si acaso, que, después de entrenarme en el club, antes me quedaba a tomar algo con los amigos y ahora digo que me tengo que ir a casa y darle a Kelly un descanso. Son cosas normales que cuando empiezas como padre todo el mundo ha tenido que hacer, y no suponen ningún sacrificio en absoluto.
¿Y no le va a costar trabajo separarse del pequeño cuando vaya a los torneos?
No, porque la idea es que Kepa viaje con nosotros todas las semanas. Somos una familia y para nosotros es muy importante estar juntos. Afortunadamente, el PGA Tour lo tiene muy bien organizado y ofrece guarderías en cada torneo, lo que es un gran apoyo. Y luego, cuando cumpla los cinco años y tenga que ir al colegio, pues nos lo volveremos a plantear.
Con lo familiar que es, supongo que también sería una alegría que por fin sus padres pudieran conocer a su nieto el mes pasado. ¿Cómo lo vivió?
Pues con un poco de tristeza porque, cuando ellos llegaron a Arizona, yo todavía era positivo de Covid y no les pude ver. Me perdí el momento en el que mis padres conocieron a mi hijo y eso es lo que más pena me dio. Pero luego todo fue una fiesta.
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