Roberto González-Monjas: «Miraría a la cara a Iceta y le intentaría explicar lo importante que es una orquesta»
ABC habla con el recién nombrado director titular de la prestigiosa Orquesta del Mozarteum
«Tocar en un hospital o un colegio puede tener igual o más valor que hacer Mahler en un auditorio»
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónRecién nombrado director titular de la prestigiosa Orquesta del Mozarteum, ABC felicita y habla con Roberto González-Monjas, que ha sido recibido con los brazos abiertos por los maestros de Salzburgo y vive un momento de plenitud en la dirección, con solo 35 ... años.
- Debe ser emocionante pasar a encabezar una orquesta que forma parte de la familia de Mozart.
Siempre es un honor porque dirigir una orquesta como titular te permite una relación íntima con ella. Y en caso, una orquesta fundada en 1841 por la viuda de Mozart y sus hijos, cuya misión, y la mía a partir de ahora, es cuidar el legado de Mozart. Siendo el genio que era, es una gran responsabilidad.
- Es la orquesta todoterreno de Mozart.
Es una orquesta con una perspectiva única sobre Mozart. Ninguna otra toca tanto Mozart durante un año. Y consiguen no solo tocarlo muy bien, sino una perspectiva muy elocuente e inteligente, son capaces de tocar todos los colores y los sonidos, mientras que otras se quedan más en la parte superficial. Es el ADN de Mozart. Tiene una flexibilidad extraordinaria y es como coger un Ferrari.
- ¿Y qué aportará usted? ¿Cuál es su proyecto?
Yo sé que a los músicos les ha gustado mucho cuando los he dirigido, al menos así me lo han dicho, han apreciado como trabajo el repertorio, con mucha información e investigación sobre las fuentes, sobre la estética del momento, sobre por qué y pensando en qué personas se escribió cada pieza. Pero también tenemos que pensar en modernizar este repertorio porque, ya que todos los conocemos, quizá al público no le suene tan irreverente como sonó en su momento. Me parece importante que no pensemos en Mozart como un compositor hecho de cristal, sino como una persona muy humana, que se dedicaba también a responder las mismas preguntas que nos mantienen a todos en vilo, en cuanto a nuestra existencia, dónde vamos como seres humanos. Le preocupaba mucho la política y la religión y es interesante traerlo a la actualidad, pero veremos como nos encontramos la orquesta y yo. No quiero imponer nada, sino que encontremos el camino juntos.
- Su relación con esta orquesta comenzó en 2019 y además estudió en Salzburgo, por lo que de alguna manera se trata de volver a casa.
- Exactamente. Salzburgo tiene una importancia extraordinaria en mi formación y en mi vida. Después de firmar el contrato, me fui a mi café favorito, el Bazar, me senté junto al río, mirando la ciudad, y tenia la sensación de estar cerrando un círculo: ahora puedo aportar a la ciudad y es muy emotivo. Hoy he desayunado allí también y me he encontrado a unas seis personas que conocía. Me siento en casa.
- ¿Cómo surgió la vocación por la música?
- Mis padres me ponían mucha música, incluso antes de nacer. Y a los cuatro años, viendo un vídeo de Anne-Sophie Mutter, dije que quería tocar el violín. Insistí hasta que empecé y nunca he tenido dudas. La primera orquesta que escuché fue la Sinfónica de Castilla y León, y lo tuve claro. Es lo que me llama y me llena.
- ¿Cómo se da el salto de violinista a director?
- En mi caso, un poco por casualidad. La primera vez que viajé a Colombia dirigía desde el violín, para enseñar a los músicos jóvenes cómo tomar responsabilidad cuando no hay un director presente. Pero una vez hubo un coro y ya no podía desde el violín, así que tomé la batuta. Y poco a poco fui dirigiendo más. Hasta convertirse en una pasión. Es lo bueno de la música: nunca te puedes fiar de tus propios planes porque siempre te lleva por nuevos caminos y hay que estar abierto y preparado para los cambios.
- En Colombia ha cobrado vida el proyecto Iberacademy.
Lo fundamos hace ya casi once años junto a Alejandro Posada, gran amigo y motor de la educación musical en Colombia y tenemos una academia orquestal en la que se forman ya varias generaciones en muchos ámbitos musicales. Serán los nuevos embajadores de la Cultura en Latinoamérica. Dotamos a los talentos de todas las herramientas posibles. Es un proyecto precioso que nos da satisfacciones cada día.
- ¿Y en España cómo ves la formación musical?
Creo que en los últimos quince años ha habido un cambio extraordinario. Hace veinte o treinta años iba un poco a la cola, le costó ponerse al mismo nivel que Centroeuropa, pero se han hecho progresos obvios y gigantescos. Hay escuelas maravillosas, profesores preparadísimos, iniciativas que ayuda a los estudiantes a mantener la mente abierta y educación internacional de primer nivel. Estoy muy orgulloso. Faltan quizá todas esas becas, todo ese apoyo económico a los estudiantes que es tan importante y que vemos por ahí, pero lo veo con gran expectación y con ganas de saber qué nos depara el futuro.
Roberto González-Monjas: «Tocar en un hospital o un colegio puede tener igual o más valor que hacer Mahler en un auditorio»
José Luis JiménezEl próximo director titular de la Orquesta Sinfónica de Galicia irradia juventud y entusiasmo ante el reto que se le avecina
- ¿Y cómo va a compatibilizar a titularidad de la Mozarteum con la de la Orquesta Sinfónica de Galicia y la del Musikkollegium de Wintertur?
He decidido focalizarme en estas tres orquestas de forma muy intensa y reducir mucho todo lo que sean compromisos como director invitado o como debut. Lo que quiero es hacer un poco de anticarrera, no me hace falta glamour, no necesito estar viajando constantemente a lugares nuevos, lo que quiero es hacer música con las orquestas en las que confío, con las que me une una relación más intensa. Estoy muy contento por tener esa relación con estas tres orquestas de perfil tan diferente y poder mostrarles mi compromiso y mis ganas de trabajar con ellas.
- Por último, si tuviese usted delante al ministro de Cultura, Miquel Iceta, ¿qué le pediría para la música en España y para las orquestas españolas?
¡Qué pregunta! ¿Sabe qué pasa? Que las orquestas españolas tienen muchas circunstancias diferentes. Creo que, más que pedirle nada, le miraría a la cara y le intentaría explicar lo importante que es una orquesta como el corazón que late en el corazón de cualquier comunidad, ciudad o provincia. La importancia de una orquesta no se puede cuantificar y el valor que tiene culturalmente, pero también en el plano de la educación, es que es muchísimo. Y le pediría que estuviese algo más presente, a él y a cualquier político. Si fueran conscientes de esta importancia, se solucionarían de forma automática los problemas de presupuestos, plataformas...
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete