Suscríbete a
ABC Cultural

Máximo Huerta: «Que haya que repetir un brindis para grabarlo ya define cómo es la juventud de hoy»

El escritor vuelve a los felices años veinte en su nueva novela, 'París despertaba tarde' (Planeta)

Luis Alberto de Cuenca: «La felicidad da miedo»

Máximo Huerta, retratado en París Javier Ocaña
Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La lluvia ha espantado a los pintores de la place du Tertre, ya un espejismo de lo que fue, así que toca imaginarlos, como tantas cosas en París: no es nostalgia, es Historia. Máximo Huerta (Utiel, 1971) –abrigo abierto, jersey de pescador, aún es invierno ... todavía– pasea por Montmartre recordando aquellos tiempos en los que la ciudad era una fiesta y no una resaca de turistas y cazaturistas. Ya en Sacre Coeur, en la capilla de San Ignacio de Loyola, mira al techo y dice: todo empezó aquí. Y entonces señala el mosaico del ábside, del taller Mauméjean, donde dos mujeres destacan (si te fijas, si merodeas con la mirada) por su ropaje. «¡Son dos falleras! La que está de perfil es una mezcla entre Kiki de Montparnasse y Conchita Piquer». Con ese detalle, asegura, empezó lo que ahora es su nueva novela, 'París despertaba tarde' (Planeta), un regreso a los años veinte de la mano de Kiki de Montparnasse y Alice Humbert, la protagonista de 'Una tienda en París'.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia