Fotografías aéreas revelan un circo romano en Iruña-Veleia con capacidad para unos 5.000 espectadores

El hallazgo «revela que Iruña Veleia, una ciudad romana provinciana, de paso (por el territorio alavés pasaba la calzada iter XXXIV, que unía Astorga y Burdeos), tuvo una importancia regional mayor de lo que se pensaba», señala en conversación telefónica el arqueólogo Javier Ordoño, fundador de Arkikus.

Hasta ahora solo se conocían en la mitad norte peninsular el circo de Tarraco, la actual Tarragona, enclavado en el centro de la capital provincial de la Hispania citerior y de similar tamaño que el de Iruña-Veleia, y el de Calagurris, en Calahorra (La Rioja), que como la mayoría se encontraba en la periferia.

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También el recinto destinado a las carreras de carros de Iruña Veleia se ha hallado en una zona extramuros, donde se habían recogido algunos restos arqueológicos en prospecciones. Se desconocía, sin embargo, que el terreno albergara una estructura de esta magnitud, que conserva su trazado original al no haber sido alterado por construcciones posteriores.

«La estructura se ve muy bien desde el aire», sostiene Ordoño, que aguarda a que próximas prospecciones con georradar y futuras excavaciones «comprueben en qué estado se encuentran los restos».

Además del circo, durante su revisión de las 251 hectáreas del yacimiento Javier y su hermano Iker, también de Arkikus, han identificado «centenares de evidencias» de calles porticadas, plazas, edificios, algunos de ellos compatibles con posibles templos, villas nobles con peristilos porticados e infraestructuras de abastecimiento que aún aguardan bajo tierra a ser investigadas arqueológicamente.

Tal vez, hasta un posible teatro, aunque sobre este último solo plantean una hipótesis. Su investigación sí que ha servido, al menos, para «descartar algunos lugares» que se habían apuntado para su emplazamiento, según señala Ordoño.

«Todo ello denota la relevancia que esta ciudad tuvo en el pasado, no solo como parada obligatoria de los viajeros que recorrían la Iter XXXIV, la calzada romana que iba de Astorga a Burdeos, sino como núcleo urbano vertebrador, en tiempos romanos, del actual territorio vasco y sus inmediaciones» han indicado los miembros de Arkikus durante la presentación de los resultados de su investigación.

Sus hallazgos forman parte de un proyecto piloto de Arkikus, financiado por la Diputación Foral de Álava, que comenzó a finales de 2022 y cuyo informe final aún están ultimando.

«Ojalá con este descubrimiento las investigaciones en Iruña Veleia cojan un nuevo impulso», dice Ordoño. El escándalo de los falsos grafitos en euskera imprimió un sombrío marchamo al yacimiento alavés, del que tratan de desprenderse con nuevas intervenciones de investigación y conservación, divulgación e interpretación.

«La responsabilidad arqueológica, dentro de lo innegablemente positivo del hallazgo, nos exige cierta cautela, porque, tras la presentación de los resultados de estas prospecciones, serán las verificaciones sobre el terreno, las que nos darán mucha más información que convertirán las nuevas hipótesis (que hasta ayer no conocíamos), en datos mucho más certeros. Pero es evidente que las nuevas tecnologías aplicadas, nos facilitan mucho poder diseñar el camino por el que continuar investigando», ha señalado en rueda de prensa el jefe del Servicio de Museos y Arqueología, Javier Fernández Bordegarai.

Tanto el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Andoni Iturbe, como la diputada de Cultura y Deporte, Ana del Val, resaltaron la relevancia del hallazgo que confirma el potencial arqueológico e histórico de Iruña-Veleia. "Es un referente necesario en el que debemos profundizar y continuar trabajando de manera conjunta y coordinada", señaló Iturbe.