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ABC Cultural

Premios Princesa de Asturias 2025

El bigote de Mendoza y el moño de Byung-Chul Han

Los curiosos trataban de distinguir a la gente normal de la importante en las calles. En el Campoamor, el Rey dijo: «Una sociedad madura debe saber identificar la excelencia»

Doña Leonor reclama «salir de la trinchera» y «sacudirnos el miedo» para construir confianza y unión

Lea aquí el discurso de Byung-Chul Han en los premios Princesa de Asturias

Serena Williams, Eduardo Mendoza Mario Draghi, en la ceremonia de los Princesa de Asturias EFE
Bruno Pardo Porto

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El jaleo empieza en la orilla del Reconquista, que durante la semana de los premios es un mirador, un balcón, una terraza, un mentidero, una sala de conciertos y un confesionario, todo a la vez. En una mesa de señoras comentan: «¿Ese de ahí es ... Mendoza?» «Pues claro, ¿no le ves el bigote?» Da igual lo que uno haga en vida, al final te recuerdan a capricho, siempre ha sido así. La gran preocupación en este lugar y en estos momentos es ver, no entender. «Ay, no me he traído las gafas de lejos», lamentaba otra mujer, que no se movió del sitio, por miedo a perderlo. «¿Y ese…?» «Nada, ese es gente normal». Lo que confunde un traje: cualquiera parece alguien. Pero con Serena Williams no dudaban. Qué impresión. «Nadie podría entender hoy el tenis sin ti», le dijo la Princesa, cada año un poco más protagonista en el Campoamor. Llamó 'boomer' a su padre, y este se emocionó al mirarla... También bromeó con los intérpretes. Se acordó de ellos cuando recitó el vocabulario de Mendoza: fámula, badulaque, enteco, masovero, chafarrinón. Hubo más humor que de costumbre.

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