La Semana Fantástica de Antonio López en Madrid

En ellas, el artista plasma la infancia de una manera pura, blanca, haciendo de las esculturas un proyecto único, en el que lleva trabajando toda su vida. Hay esculturas de distintos tamaños y realizadas en distintos materiales como escayola, alabastro, plata y bronce, entre otros. Las obras representan las cabezas de sus nietos y esculturas de cuerpo entero de sus hijas cuando eran pequeñas, simbolizando a través de ellas las distintas etapas de la infancia y adolescencia. Además, se incluyen los bocetos iniciales de estas obras, lo cual permitirá al espectador comprender mejor el proceso creativo del artista.

Durante la inauguración de la exposición, aseguró el pintor que le había impresionado muchísimo «ver esa obra de casi toda mi vida, junta, tan bien iluminada, mostrada de esa manera tan descarada, como si fuera algo sumamente importante, y en esa calle peatonal… Me ha producido una impresión enorme, buena. No lo había hecho nunca, ahora lo voy a hacer más veces».

Preguntado por el futuro del arte, dice que conoce a gente muy joven que hace unas pinturas que «si las pusieras en el sitio mejor del Prado no desmerecían. Creo que lo bueno que se ha hecho en nuestra época se ha hecho con un esfuerzo y una valentía enorme. Hay mucho malo, pero lo bueno es muy bueno, es cuestión de verlo».

El Corte Inglés ha querido rendir homenaje a uno de los más grandes artistas contemporáneos en el marco de las intervenciones artísticas que acoge todos los años en sus escaparates de Preciados dentro del programa de ARCO, y por las que han pasado grandes nombres del arte contemporáneo actual. El tema elegido para esta edición por Antonio López es la infancia como comienzo de todo, pero también como mensaje de esperanza después de los últimos años difíciles que la sociedad ha afrontado. Todas las preocupaciones diarias quedan eclipsadas ante la tranquilidad y el sosiego que nos proporcionan las imágenes de los niños, de las nuevas vidas que comienzan.

En 2008 Antonio López culminaba su primer encargo de escultura monumental pública en solitario: dos grandes cabezas monumentales de bronce de tres metros de altura, 'La Noche' y 'El Día', que se encuentran junto a la estación de Atocha de Madrid.