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ABC Cultural

Antonio Gala, un hedonista de noventa años

El legendario escritor recibirá un homenaje hoy en Córdoba, en la fundación que lleva su nombre y que es, también, su gran obra

Antonio Gala, retratado en 2008 Roldán Serrano
Bruno Pardo Porto

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Llega un momento, una edad, en que el mundo ya no es para uno, y comienza entonces el tiempo del retiro, lejos de todo. Antonio Gala cumple hoy noventa años desde ese exilio cordobés en el que cuida su mala salud de hierro ... y acaricia la fundación que lleva su nombre , aunque cuentan que a veces se le ve por La Baltasara, su casa en Alhaurín El Grande (Málaga). En ambos sitios cultiva la lectura, aún abre los periódicos (hay que ser valiente) y dedica horas y horas a los clásicos, además de a los libros de sus becados. No debe haber mucho ruido en sus días, pero será lo que le place. Gala ya lo ha vivido todo, y no le deben quedar muchas ganas de dejarse ver o escuchar. No deja de tener gracia que ahora guarde silencio, cuando en su día, con veinticinco años, tuvo que abandonar la Cartuja de Jerez porque tenía demasiada labia. «Estuve un año. Ellos en seguida se dieron cuenta de algo esencial: no se habla y se adivina. Me dijeron: "Tu voz no es nuestro silencio. Tú tienes que hablar"», contaba el escritor a ABC en 2010 . Menos mal.

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