Desde los lejanos años de su estancia en Sevilla por motivos profesionales, el duque de Parcent ha estado vinculado a la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando, habiendo ocupado en ella los más altos puestos, desde presidente hasta el que desempeñaba en la actualidad de Gran Canciller y presidente del Alto Consejo. Durante más de 20 años como Gran Canciller, Fernando siempre dejó su huella y fue ejemplo para todos, de caballero, de buen cristiano y de hombre bueno, constituyendo una referencia para quienes han ingresado en la Corporación durante este dilatado periodo de tiempo. Todos los que hemos tenido el honor y la satisfacción de tratarle de cerca conocíamos su trayectoria de lealtad a la institución monárquica y su cariño y respeto por Su Majestad el Rey, a quien acompañó para su alta magistratura en los duros tiempos del colegio en Suiza. Siempre estuvo pendiente de toda su familia, derrochando cariño hacia su esposa, Angelines, que le acompañaba a todos los actos de la Real Hermandad.

Hasta el último momento, el duque de Parcent estuvo entregado a los Caballeros de San Fernando, cuidando de todo y vigilando, como presidente del Alto Consejo, que no se produjeran desvíos en la idea original del fundador. Todos recordaremos con enorme cariño las tradicionales reuniones mensuales de la Junta de Gobierno en su casa, algo de lo que él hacía cuestión y aún en los momentos en que empezaba a encontrarse mal, insistía en que allí se celebrasen, participando con su criterio claro en las decisiones que había que adoptar. Su sentido de la caballerosidad, sus profundas convicciones religiosas y su clara inteligencia, han llevado a que la Real Hermandad alcance las cotas de prestigio que goza en la actualidad. Fernando Parcent era, y así le recordaremos, un modelo del caballero tradicional, del noble en el más alto sentido de la palabra, del amigo leal, hombre del más elevado sentido ético de la vida, ejemplo para todos los que tuvimos la suerte de tratarle.

Fernando, nunca te olvidaremos por lo mucho que nos has dejado.