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La Junta lleva seis años sin rehabilitar el Castillo de Belalcázar
El alcalde afirma que se dio la licencia de obras en mayo pasado y «seguimos a la espera»
La rehabilitación del Castillo de los Sotomayor, en Belalcázar, parece el capítulo de una novela por entregas cuyo autor se ha quedado sin ideas. Desde que la Junta de Andalucía adquirió el monumento por 1,9 millones de euros a los herederos del antiguo propietario Luis Delgado para arreglarlo y darle un uso turístico han pasado ya seis años y, aunque se han realizado algunas actuaciones en su interior, el gran proyecto de recuperación no termina de cuajar y sigue paralizado.
El alcalde, Antonio Vigara (IU), apuntó a ABC que el Ayuntamiento «dio la licencia de obras para el proyecto en mayo pasado, pero es de suponer que está paralizado con motivo de las prioridades de la Junta en sus cuentas». El caso es que la iniciativa supone 1,2 millones de euros «que se liberaron, incluido en el presupuesto de 2013» para «unir las dos torres sueltas», así como acometer la limpieza del interior para preparar lo que es la visita integral», abundó el regidor.
En la actualidad, el visitante puede acceder a la parte alta de la fortaleza, pero no a las torres y la idea incluye «habilitarlas para que también puedan ser visitadas», dijo.
Al margen de ese proyecto de envergadura, la Consejería de Educación y Cultura dio también el visto bueno a liberar otros 300.000 euros para «continuar con los estudios del subsuelo del monumento». Allí se han realizado ya tres catas arqueológicas, «con la presencia de técnicos y algunos albañiles», como señaló el alcalde, para comprobar lo que hay debajo de los patios e ir realizando el estudio completo del monumento de cara a su rehabilitación, »y decidieron continuar con esa labor». No obstante, esto también se encuentra paralizado.
Sin embargo, el alcalde reconoció que se han venido haciendo ya algunas actuaciones desde la compra del monumento, y «lo interesante es que el proyecto siga, porque puede ser bueno para el pueblo cuando también se incluya y se haga el acceso para visitantes».
En efecto, según ha ido dando a conocer la propia Administración andaluza, se realizaron de inmediato labores de desescombro y limpieza, el vallado de las parcelas propiedad de la Junta y el tratamiento y desbroce del arbolado que hay en su interior y las citadas catas para retirar el relleno del patio y dependencias adyacentes, recuperar los niveles de solería y vaciar las estancias aún soterradas.
Todo eso, según cálculos de la Junta, ha supuesto ya una inversión cercana a los 2 millones de euros, pero el monumento continúa con su imagen deteriorada y en algunos puntos de estado ruinoso, fruto, según el alcalde, de «los bombardeos franceses y la esquilmación de piedras por el propio pueblo».

