El Córdoba CF tiene hoy mil y un motivos para tratar de conseguir un triunfo ante el todopoderoso Deportivo de La Coruña. Por mantenerse como el mejor equipo de 2014. Por conservar la buena racha de resultados de los últimos partidos. Por acceder a los puestos de play off de ascenso. Por tener la posibilidad de alcanzar las plazas de ascenso directo e incluso el liderato. Por tumbar a un grande y darse un baño de autoestima. Por ver gozar a una afición que se ha volcado durante la semana, olvidándose de la crisis y adquiriendo su entrada, para apoyar al Córdoba en un día muy importante. Pero, sobre todo, por ti.

Sí, por ti, Litri. Un hombre grandioso en el que era difícil discernir entre la persona y la historia viva del Córdoba CF que tenías enfrente. Aún recuerdo verte feliz la última vez. Hace poco. Y eso que salías del hospital. Pero nada ni nadie te robaba la sonrisa, chache. Así te gustaba llamar a quien reconfortabas con tus abrazos. Cuántos soperos has dejado por el camino. Cuántos. Los mismos que hoy te lloran y te despiden.

Desde aquí deseo aplaudir con todas mis fuerzas el gesto que ha preparado hoy el club para reconocerte lo que has sido en el Córdoba y siempre serás: uno de los más grandes de sus 59 años de historia. La afición podrá despedirte esta mañana (capilla ardiente, desde las 11.45 horas) en El Arcángel. En tu casa. En nuestra casa.

Ahora, ese Arcángel San Rafael que te acompañó en todas las celebraciones de los grandes éxitos del club (como en los últimos ascensos en Cartagena y Huesca...) te custodiará como te mereces desde allá. Donde tú y otros muchos cordobesistas esperáis ya el ansiado retorno a Primera. Chache, siempre estarás entre nosotros por el enorme legado de cordobesismo que nos dejas. Utillero, conserje, masajista o creador del Museo del Córdoba. Por cada uno te dejaste una vida pintada en blanco y verde. DEP.