La multinacional japonesa Mitsubishi se ha sumado a la lista de grandes compañías internacionales que han apostado por la Comunidad Valenciana para desarrollar sus planes de negocio. La llegada de la firma nipona resulta posible gracias al acuerdo alcanzado con el Grupo TCB, en virtud del cual Mitsubishi entra en el accionariado de una de las terminales del puerto de Valencia. El plan se enmarca dentro de un proyecto que contempla inversiones globales por más de trescientos millones de euros, de acuerdo con fuentes de la compañía. La Terminal de Contenedores de Valencia es una de las once que TCB opera en todo el mundo y el año pasado registró un tráfico de 700.000 TEUs (medida equivalente a 20 pies, esto es, unos seis metros) de carga en contenedores.

La firma nipona justifica su entrada en el puerto de Valencia al tratarse de un enclave que abastece a trece millones de personas y es «el mayor a la hora de manejar contenedores en todo el Mediterráneo».

Además, insisten, más de la mitad del crecimiento medio anual en el volumen de contenedores que maneja (en torno a un 13 por ciento) viene dado por el transporte de mercancías entre Valencia y estuarios de Asia.

De hecho, el desarrollo experimentado en los últimos años por el recinto gestionado por la Autoridad Portuaria ha permitido convertir a la Comunidad Valenciana en la principal vía de acceso para el comercio exterior procedente o con destino a los países asiáticos.

El presidente de la APV, Rafael Aznar, expresó ayer su satisfacción por la operación porque supone «una decidida apuesta por el presente y futuro del Puerto de Valencia, como factor esencial del comercio exterior español».

De acuerdo con fuentes de la compañía, «esta alianza estratégica constituye la primera vez que Mitsubishi Corporation accede a gran escala al prometedor negocio de las terminales de contenedores». «El proyecto responde también a la estrategia del Gobierno japonés de promover la exportación de sistemas e industrias relacionadas con las infraestructuras», añadieron.

La irrupción de la empresa japonesa en el tejido económico valenciano se suma a la apuesta de grandes firmas mundiales como Ford, que en los últimos años ha ejecutado inversiones por importe de 1.000 millones de euros para adaptar su planta de la localidad de Almussafes para la fabricación de los nuevos modelos Kuga, Transit y Mondeo.

En el último año la inversión de empresas extranjeras en la Comunidad Valenciana se disparó un 72 por ciento y rompió la tendencia a la baja de los ejercicios precedentes. Aunque en términos absolutos la cantidad total no resulta especialmente significativa –116 millones de euros– porque empresas como Ford tienen su sede social en Madrid aunque desarrollan la actividad productiva en la Comunidad Valenciana, sirve para marcar un cambio de tendencia que irá al alza en los próximos años.

Producción industrial

De hecho, Mitsubishi y Ford se suman a la lista de otros gigantes empresariales como Toyoya o JP Morgan, que en los últimos años han apostado por la inversión en el sector logístico de la Comunidad Valenciana. En el primer caso, la compañía automovilística asiática ejecutó un desembolso superior a los diez millones de euros para su terminal de vehículos en el puerto de Sagunto.

Mientras, la firma estadounidense ha ratificado su voluntad de ejecutar una inversión por un monto que superará los cien millones de euros en la terminal de la firma Noatum en el puerto de Valencia. La potenciación de la Comunidad Valenciana como eje de distribución logística lleva aparejado un incremento de su producción industrial, que en el último año se ha incrementado un 8,2 por ciento. De acuerdo con los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunidad Valenciana fue la tercera autonomía española en la que más creció la actividad del sector secundario en marzo respecto al mismo mes del año anterior.

De hecho, el crecimento del Índice de Producción Industrial (IPI) multiplicó por 2,5 el registrado en el conjunto de la media nacional.