En su vídeo, Jesús explica que mucha gente viaja a Islandia con la maleta llena de comida porque «la comida cuesta más que el vuelo». Para salir de dudas, entra en un supermercado dispuesto a comprobarlo. «A ver si es tan caro como la gente dice», comenta al empezar.
¿Cómo son los precios en Islandia?
Las primeras cifras lo confirman rápido: unas pocas fresas por 800 coronas islandesas (5,45 euros), una baguette por 1.065 coronas (7,25 euros) o un bocadillo de jamón york y queso por 750 coronas (5,10 euros). El aceite de oliva en tamaño medio sube a 1.300 coronas (8,85 euros). Incluso unos fideos instantáneos cuestan 800 coronas: 5,45 euros. «Mari, qué caro es esto», lamenta mientras recorre los pasillos.
La lista continúa con unas láminas de jamón serrano por 500 coronas (3,40 euros) y un frasquito de tiburón islandés por 1.300 coronas (8,85 euros). Cada producto confirma la misma sensación.
Al final, muestra el precio de un desayuno sencillo —un par de rosquillas, agua y un zumo— que asciende a 2.000 coronas, unos 13,65 euros. «Islandia tendrá unas vistas espectaculares, pero cara es un rato», concluye en su publicación, dejando claro que la fama no es exagerada.
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