Los ejemplos de la política de pactos de las federaciones socialistas anticipan los modelos que podría implantar Ximo Puig en la Comunidad Valenciana para gobernar

Después de cerca de dos décadas sin responsabilidades de gobierno –más allá del ámbito municipal– el PSPV deambula en el limbo ideológico en busca de un modelo aplicable en la Comunidad Valenciana.

Las encuestas que maneja la formación liderada por Ximo Puig le otorgan el peor resultado de su historia, por lo que cualquier esperanza de desbancar al Partido Popular pasa por establecer alianzas con otras fuerzas políticas. La natural uniría su destino al de Esquerra Unida. La forzada, pero asumida y espoleada desde Blanquerías a través de la difusión de encuestas propias, sería el tripartito con Compromís. El plan C pasa por UPyD, que los socialistas considerarían el mal menor.

En ese sentido, Andalucía, Asturias, Navarra y Cataluña constituyen los cuatro ejemplos de la política pactista de las diferentes federaciones socialistas durante los últimos años.

Andalucía

Más paro, más pobreza y más corrupción

Andalucía solo ha conocido gobiernos socialistas desde el comienzo de la democracia, aunque tras las últimas elecciones, que ganó el PP pero sin lograr la mayoría absoluta, los socialistas, sacudidos por el escándalo de corrupción del caso de los ERE, se vieron obligados a pactar con Izquierda Unida para formar un Ejecutivo «progresista», a imagen y semejanza del modelo que pretende implantar Puig. Esas políticas se han saldado con cifras del paro cercanas al 37 por ciento, con una tasa de pobreza del cuarenta por ciento y con 650 casos de corrupción solo en el último año. En todos los casos cifras muy superiores a las que presenta la Comunidad Valenciana.

Asturias

El experimento de UPyD

En Asturias los socialistas alcanzaron el poder en las últimas elecciones autonómicas gracias al respaldo de Izquierda Unida y UPyD. Por primera vez, la formación que preside Rosa Díez, una ex del PSOE con treinta años de trayectoria a sus espaldas, resultaba clave para configurar una mayoría estable en una región española. Puig no descarta tentar al partido magenta en el que caso de que la aritmética parlamentaria resulte factible. Sin embargo, las desavenencias de un pacto a tres bandas contra natura dieron al traste con el acuerdo el pasado mes de noviembre.

Cataluña

El tripartito, en esencia

El modelo catalán del tripartito que logró desbancar del poder a CiU con el socialista José Montilla a la cabeza constituye la esencia del pacto que han escenificado los partidos de la oposición en las Cortes Valencianas durante la presente legislatura. Si en Cataluña el acuerdo se fraguó entre el PSC, Iniciativa y ERC, en la Comunidad Valenciana los socialistas contarían con el apoyo de EU y Compromís para un Gobierno a tres bandas, con reparto de consellerias y cargos incluidos, que también cuenta con precedentes en otras regiones de España como Baleares. En todos los casos, el modelo se saldó con un fracaso en materia económica y un desplome de los partidos que formaron aquellos gobiernos en las posteriores elecciones.

Navarra

Los coqueteos con Bildu

El último coqueteo de los socialistas en materia de pactos se ha producido en Navarra. La posibilidad de presentar una moción de censura contra la presidenta de la comunidad foral, Yolanda Barcina, con Bildu provocó una crisis con la dirección federal del PSOE, que finalmente acabó por desautorizar la operación política. En la Comunidad Valenciana no resulta factible un escenario de tales características.