La sección segunda de la Audiencia de Valencia ha dictado un auto en el que estima parcialmente los recursos presentados contra el archivo de la investigación del accidente de Metro que en julio de 2006 costó la vida a 43 personas y provocó heridas a otras 47 más en Valencia. El auto, fechado el 20 de enero, se limita a ordenar la práctica de once diligencias sobre el caso, dirigidas esencialmente a la toma de declaración de nuevos testigos y a varias pruebas periciales.

En septiembre del pasado año, la Fiscalía de Valencia solicitó de nuevo a la Audiencia la reapertura de la investigación por el accidente ocurrido en Valencia al estimar que concurrían «nuevas pruebas» en este caso, como descarrilamientos previos al siniestro que no fueron contemplados en su momento y criticaba que la jueza instructora se había atribuido un papel de perito que no le correspondía.

Programa de televisión

De esta forma, el ministerio público recurría la decisión de la titular del juzgado de Instrucción número 21, Nieves Molina, que rechazó la petición de reabrir diligencias porque estimó que no se habían aportado argumentos novedosos y al entender que no cabía la «menor duda» de que el siniestro se produjo como consecuencia de una velocidad «inadecuada» del maquinista.

La Fiscalía presentó un nuevo escrito al juzgado para pedir esa reapertura tras recibir dos denuncias, del PSPV y del portavoz de Cercle Obert, tras la emisión del programa de televisión «Salvados». Ahora la sala ha estimado parcialmente los recursos y ha ordenado practicar un total de once nuevas diligencias.

Nuevos testigos

Entre ellas, la Audiencia solicita informes respecto a si la unidad siniestrada presentaba deficiencias, la incidencia del sistema de frenado en el accidente o sobre el motivo por el que se desprendieron del marco las ventanas del convoy accidentado. También ordena que se tome declaración como testigos a los mecanicos y responsables de taller que realizaron las revisiones de la unidad siniestrada en 2005 y 2006.