Algo se mueve en el Ayuntamiento de Valencia, instigado por el portavoz municipal de Compromís, Joan Ribó: la idea de pasar de un eventual tripartito contra el PP a un tetrapartito con la incorporación de UPyD a una correlación de fuerzas que también integrarían la propia Compromís, PSPV y Esquerra Unida. El objetivo: finiquitar la hegemonía de los populares valencianos en la capital del Turia mediante la derrota electoral de su presumible candidata en los próximos comicios municipales de 2015, Rita Barberá.

Según las fuentes consultadas por ABC, la chocante iniciativa no nace de la existencia de un entendimiento mutuo entre la coalición Compromís y UPyD, sino del impulso personal que Ribó trata de dar a una aspiración que difícilmente permitirían el complejo juego de equilibrios internos en Compromís ni, sobre todo, la líder de la formación magenta, Rosa Díez, teóricamente refractaria a cualquier coqueteo con fuerzas políticas proclives a un nacionalismo de corte radical con el que puede identificarse buena parte de la coalición que forman, entre otros partidos, el Bloc e Iniciativa del Poble Valencià.

Invitados a los plenos

Pero Ribó, en el otoño de su carrera política y «víctima» de una situación de debilidad fruto de las propias desavenencias entre los socios de Compromís, no renuncia a la perspectiva de acomodarse institucionalmente en el Consistorio. Y, por qué no, como alcalde.

En este sentido, el portavoz municipal de Compromís, en ejercicio de la facultad que le otorga el reglamento orgánico del pleno del Ayuntamiento aprobado a finales de 2011, ha venido cursando invitación a dirigentes de UPyD para que asistieran a varias sesiones plenarias, algo que han hecho regularmente. Una suerte de guiño que no ha pasado inadvertido para el resto de los grupos políticos.

Ribó ha trasladado, siquiera de modo informal, su propuesta al resto de los potenciales socios de un frente postelectoral. La respuesta ha sido la previsible para un plan en fase incipiente que responde más a una veleidad personal que a una voluntad real de entablar contactos políticos autorizados con vistas al futuro.

No obstante, la idea de Ribó ha suscitado ya algunas reacciones concretas. Es el caso de de Esquerra Unida, donde, en coherencia con la práctica en todos los acuerdos de gobernabilidad en los que ha tomado parte, se considera que el candidato de un pacto a tres o cuatro bandas habría de ser el representante de la formación integrante que más votos obtenga. En el caso del Ayuntamiento de Valencia, de acuerdo con los resultados electorales de 2011, esa responsabilidad recaería en el cabeza de lista del PSPV, sin que éste tenga necesariamente que ser Joan Calabuig, actual portavoz municipal de los socialistas.

Finalmente, hay otro factor que escapa al «proyecto» de Ribó: el hecho de que el PP valenciano pueda tener interés en realizar algún tipo de acercamiento a UPyD. O a la inversa. En las últimas elecciones generales, la formación liderada por Rosa Díez obtuvo 84.277 en la provincia de Valencia, 32.417 de ellos en la capital del Turia.