La planificación para la apertura del primer establecimiento de Ikea en la Comunidad Valenciana se está cumpliendo a rajatabla hasta el punto de que, una vez finalicen las vacaciones de Semana Santa, medio centenar de trabajadores de la multinacional sueca se desplazará hasta la localidad de Alfafar para supervisar el desarrollo de las obras.

Está previsto que este grupo de directivos se establezca en Alfafar hasta que estén listos los trabajos y se produzca la apertura de la tienda, prevista inicialmente para el próximo año. Este «desembarco» de empleados de Ikea comenzará a generar los primeros efectos inducidos sobre el tejido económico local.

De hecho, la empresa escandinava ya ha solicitado un servicio de catering diario para atender a sus empleados, que propiciará al menos una treintena de contrataciones de personal de hostelería.

Se trata únicamente del primer paso hacia la consecución de un objetivo más ambicioso, toda vez que se espera que el primer establecimiento de Ikea en la región propicie la creación de novecientos puestos de trabajo entre directos e inducidos.

De hecho, al menos el ochenta por ciento de los empleados del establecimiento procederán del mismo municipio de Alfafar así como de sus cercanías, conforme ha realizado la compañía sueca en otras tiendas que ha abierto en España.

Nueva política empresarial

De acuerdo con fuentes conocedoras del proceso consultadas por este periódico, está previsto que la primera piedra de la futura tienda del gigante mundial de la distribución del mueble se coloque en la última semana de mayo en el transcurso de un acto institucional que contará con la asistencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

De hecho, la instalación de Ikea en la Comunidad Valenciana constituye uno de los estandartes que pretende enarbolar el Consell respecto a su política de captación de inversiones extranjeras para la Comunidad Valenciana a través de la aprobación de planes estratégicos, la disposición de suelo a coste cero para las empresas y la eliminación de trabas burocráticas.

En ese sentido, el siguiente paso que pretende abordar Ikea en la región es abrir otro establecimiento en la provincia de Alicante.

Mientras, el acto institucional que se planifica en Alfafar para los últimos días de mayo supondrá el pistoletazo de salida para unas obras en las que está previsto que trabajen medio millar de personas.

En la actualidad, el acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento de Alfafar y la compañía sueca ha deparado el comienzo de las primeras obras de adecuación de los terrenos sobre los que se asentará la tienda, sobre una superficie total de 37.700 metros cuadrados. Una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Pavasal y Bertolín es la encargada de llevar a cabo estas tareas, que se desarrollan en paralelo a las canalizaciones de agua, el tendido eléctrico y la fibra óptica.