«El arrepentimiento por no haber hecho algo se queda con nosotros más tiempo»

Podríamos definir arrepentirse como el lamento de una persona por haber hecho o haber dejado de hacer alguna cosa, y sobre el poder que tiene esto en nuestras vidas ha escrito Daniel H. Pink, pensador contemporáneo. Su definición es mucho más completa: «El arrepentimiento es lo profundamente desagradable que nos inunda cuando miramos hacia atrás en nuestras vidas y deseamos haber hecho algo diferente o hecho algo de una manera diferente». Según el escritor, «el arrepentimiento nos hace sentir peor, pero si lo tratamos bien, puede ayudarnos a hacerlo mejor, a aclarar lo que valoramos y enseñarnos cómo hacerlo mejor».

En ' El poder del arrepentimiento ', el título de su libro, Pink recurre a la psicología, la neurociencia, la economía y la biología para hablarnos del poder transformador de nuestra emoción más incomprendida pero potencialmente más valiosa: el arrepentimiento . Y también para poner en tela de juicio supuestos ampliamente extendidos sobre las emociones y el comportamiento humano.

Utilizando el mayor muestreo jamás realizado sobre el arrepentimiento a partir de una encuesta mundial propia, llevada a cabo por expertos —que ha recogido los arrepentimientos de más de 16.000 personas de 105 países—, Pink ha identificado los cuatro arrepentimientos principales que casi todos sentimos.

«Hace dos años creé la Encuesta mundial de arrepentimiento , una empresa masiva que ahora ha recopilado más de 23.000 arrepentimientos de personas en 109 países. Descubrí que en todo el mundo, con notable similitud, las personas compartían los mismos cuatro arrepentimientos», señala, y son los siguientes:

1. Arrepentimientos básicos : arrepentimientos sobre pequeñas decisiones tempranas en la vida que se acumulan hasta tener terribles consecuencias más adelante en la vida. Ejemplo: Gastar demasiado y ahorrar muy poco, no hacer ejercicio o comer bien, no estudiar lo suficiente en la escuela.

2. Arrepentimientos por audacia : arrepentimientos por ir a lo seguro en lugar de arriesgarse, por ejemplo: no iniciar un negocio, no invitar a salir a alguien, no hablar por una causa.

3. Arrepentimientos morales : arrepentimientos por hacer algo incorrecto. Ej: engañar a un cónyuge, intimidar a alguien.

4. Lamentos de conexión : arrepentimientos sobre las relaciones, especialmente por no haber tomado medidas para arreglarlas. Ej: no llamar a un viejo amigo, no comunicarse con un pariente, no formar vínculos con compañeros de trabajo.

Todos los seres humanos nos arrepentimientos de algo a lo largo de nuestra vida y, si entendemos aquello que más lamentan las personas, podremos comprender qué es lo que más valoran. Y siguiendo el sencillo proceso basado en la ciencia que expone, podremos transformar nuestros arrepentimientos en una fuerza positiva que nos permita trabajar de forma más inteligente y vivir mejor, así como evitar que nos quiten el sueño y anticiparnos a arrepentimientos futuros.

«La clave es no ignorar nuestros arrepentimientos, pero tampoco revolcarse en ellos. En cambio, deberíamos confrontarlos, usarlos como información, como datos, como una señal», expone Daniel H. Pink. Tal como indica, la forma de hacerlo es triple: «Primero, trátate a ti mismo y a tu error con amabilidad en lugar de desprecio; reconocer que los errores son parte de la condición humana y que son un momento en nuestras vidas en lugar de la medida total de nuestras vidas. En segundo lugar, habla o escribe sobre el arrepentimiento, lo que puede reducir la carga y ayudar a que tenga sentido. Por último, da un paso atrás y extraiga una lección del arrepentimiento y aplíquela a su comportamiento futuro».

Para el experto, el arrepentimiento nos hace humanos: «Todo el mundo tiene remordimientos . Los psicólogos sociales han descubierto que el arrepentimiento es una de las emociones más comunes que experimentan los seres humanos, y probablemente la emoción más negativa. Mi propia encuesta de estadounidenses, la encuesta de opinión pública más grande jamás realizada sobre las actitudes estadounidenses sobre el arrepentimiento, encontró que el 83% de las personas aquí experimentan esta emoción de manera ocasional. De hecho, las únicas personas que no se arrepienten son los niños de 5 años (porque sus cerebros no se han desarrollado completamente), las personas con ciertos tipos de daño cerebral y enfermedades neurodegenerativas y los sociópatas. Todos los demás se arrepienten».

Y encontrar alivio en el arrepentimiento es algo muy personal porque la amplia arquitectura del arrepentimiento consta de dos variedades: arrepentimientos de acción y arrepentimientos de inacción. «A veces nos arrepentimos de lo que hicimos y otras veces nos arrepentimos de lo que no hicimos. Los arrepentimientos de acción son más fáciles de manejar. Si hemos acosado a alguien hace años, podemos encontrar a esa persona y disculparnos con él o ella. Si engañamos a alguien, podemos hacer restitución y deshacer nuestros arrepentimientos. Por ejemplo, si nos arrepentimos de habernos hecho un tatuaje, podemos eliminarlo. Sin embargo, esos dos enfoques no funcionan para los arrepentimientos por inacción. Esa es una de las razones por las que los arrepentimientos por la inacción se quedan con nosotros más tiempo. También es por eso que es más probable que encontremos alivio en los arrepentimientos por lo que hicimos que por lo que no hicimos», concluye Daniel H. Pink. ¿Será una indirecta para atrevernos a hacer aquello que aún estamos dando vueltas? En caso de arrepentirnos después, como dice el experto, el dolor se quedará con nosotros menos tiempo puesto que en su momento así decidimos que fuera.

Daniel H. Pink (@danielpink) es uno de los pensadores contemporáneos más provocativos, reputados y leídos. Es autor de varios libros que han vendido millones de ejemplares en todo el mundo y que han sido traducidos a más de treinta idiomas, tales como La sorprendente verdad sobre qué nos motiva (Gestión 2000, 2010) o Vender es humano (Gestión 2000, 2013).Licenciado en Derecho por la Universidad de Yale, Pink jamás ha ejercido la abogacía, sino que se ha dedicado a la consultoría y a la asesoría política. En este campo, trabajó durante tres años en la Casa Blanca como redactor jefe de discursos del vicepresidente Al Gore. Sus artículos y reportajes sobre el mundo de la tecnología y los negocios se publican periódicamente en medios como The New York Times, Harvard Business Review o el británico The Sunday Telegraph. Es también uno de los editores de la revista Wired.