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Día del Cáncer de Mama 2022

Ejercicio y cáncer de mama: una píldora de salud sin efectos secundarios

Los profesionales del ámbito del ejercicio oncológico insisten en la necesidad de convertir el ejercicio intenso en la piedra angular de los tratamientos del cáncer de mama a través de programas específicos dirigidos por expertos que puedan pautar la dosis necesaria en cada caso

Testimonio: «Voy cada 21 días al hospital, tomo pastillas a diario y además tengo otro tratamiento: hacer ejercicio»

Uno de los entrenamientos del programa 'Ejercicio y Cáncer' con pacientes de cáncer de mama. Reyes Cervantes
Raquel Alcolea

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«Tienes la sensación de que llevas una mochila con una bomba y no sabes si va a explotar o no, si tendrá mucha o poca potencia o si podrá ser desactivada». Así describe Margalida Alberti, una paciente con cáncer de mama lo ... que pensó cuando supo su diagnóstico. Como muchas otras mujeres se sintió indefensa pero tuvo claro que quería ser una parte activa de su recuperación. Y así fue pues «tuvo la suerte», según reconoce, de participar en el estudio EFiK de Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama , que evalúa los beneficios del ejercicio «como modificador del pronóstico de las pacientes con cáncer de mama operable». Según explica la coordinadora del Programa de Ejercicio Físico Oncológico de GEICAM, María Alonso, esta línea de investigación se basa en que se ha demostrado científicamente que el ejercicio es una intervención no farmacológica «segura, viable y eficaz» que contribuye a disminuir la fatiga, mejorar la función cardiopulmonar, mitigar el riesgo de linfedema, aumentar la calidad de vida de la paciente y reducir las posibilidades de que sufra ansiedad y depresión .

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