Santi Gigliotti

Gildas

A ver si en vez de como un cohete, va a resultar que nuestra economía en realidad va como una gilda

Santi Gigliotti

Un Óscar para Torrente

Piénsenlo bien, puede incluso que esta legislatura, sin presupuestos y sin miras, haya sido solo un gran casting

Santi Gigliotti

El año Morante

Morante no compite contra nadie, solo contra sí mismo y contra la sombra de las bellezas que compone

Santi Gigliotti

Pistolas de agua

Ojalá las únicas guerras fueran de ahogadillas, ojalá todas las pistolas fueran de agua

Santi Gigliotti

Cuando galopa la noche

Al llegar, bajaron corriendo del coche y se apostaron en rinconcito de la Playa de Bajo de Guía como dos cazadores de almas

Santi Gigliotti

La realidad te tiene manía

Se sigue atrapando antes a un mentiroso que a un cojo, pero ahora el mentiroso se pone a señalar que el cojo va dopado y que es injusto que se le haya pillado a él

Santi Gigliotti

Las cinco abuelas de Triana

Un mojón como el sombrero de un picador para Los Beatles. Las cinco abuelas de Triana viven, la lucha sigue

Santi Gigliotti

De Cayón

Aquí no arde el verano, aquí abriga. No se escucha el murmullo de ningún alma, solo las olas de un mar que muere vestido de blanco sobre una orilla desierta

Santi Gigliotti

La tribu de los camisas abiertas

Hasta el tercer botón para ser más exactos, donde nace un conato de matojo de pelo y sobresale una cadenita de plata de eslabón de barco con una cruz

Santi Gigliotti

Muros, activistas y perrodistas

Se han roto los consensos básicos de una profesión que siempre supo apartar la rivalidad para ponerse enfrente de los poderosos cuando éstos se defendían atacando desde sus sillones

Santi Gigliotti

Marí

Comienza una nueva rutina, porque hasta al placer y al disfrute les gusta organizarse, crear un orden y unas costumbres, y ella es la guardiana de esa estructura del asueto

Santi Gigliotti

Mamá socialista

No éramos para él algo más de lo que eran las Carlotas y las Jessicas para José Luis. Atrezo, muñequitas serviciales, herramientas para su ego

Santi Gigliotti

Niñas nicoli

Perfuman de suavidad los aires deliciosos del verano, les gusta ir a comer piripis, y pasear por las calles oscuras de una Sevilla que se trabaja el misterio

Santi Gigliotti

El poder de la novelería

Después de una noche en vela ya manejo con soltura términos como 'grappling', 'stricker' o 'sumisión'

Santi Gigliotti

Rubia

Resulta sano tener promesas al final del pasillo de las horas, se encaran las obligaciones de otra manera cuando hay un anhelo palpitando en el después