Luis del Val

Articulista de Opinión

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Periodista y escritor

café con neurosis

El Titanic socialista

Hay muchos que no se atreven a criticar al dictador, porque hay que pagar el alquiler, y el colegio de los niños, y los plazos de la hipoteca

Luis del Val

Las obsesiones perniciosas

Tenemos un presidente de Gobierno que, en cualquier ocasión, alude a la presidenta de la autonomía de Madrid

Luis del Val

Del exceso al ridículo

No es la primera vez que Hacienda inspecciona a alguien por motivos políticos

Luis del Val

Cuestión de paciencia

Naces en Sabadell y eres superior a todos los que han nacido, ese mismo día, en Vigo o en Almería

Luis del Val

Me parece poco

Haría falta un real decreto que destierre la frivolidad con que tratamos a los enfermos mentales y el empleo abusivo del vocablo 'loco'

Luis del Val

Un mal día para Rufián

Menos mal que el portavoz de ERC en el Congreso está acostumbrado a sinsabores y los tiene asumidos

Luis del Val

Inquietantes detalles

España le dará el aumento del presupuesto de Defensa a una empresa pública, cuyo presidente es hermano de otra privada. A dedo, claro

Luis del Val

El maniqueísmo como salvavidas

«Si los caballos están en la cuadra y Manolo se encuentra en la cuadra, Manolo es un caballo»

Luis del Val

El cambio perpeuto

La decadencia que anunciaba Spengler –ética, económica y espiritual– se hace patente en el día a día

Luis del Val

Las embajadas separatistas

Illa –el mentiroso del «comité de expertos» que nunca existió– dijo en su día que no iba a aumentar el número de embajadas. Otra mentira

Luis del Val

Desolación generalizada

Es desconsolador observar a los dirigentes echándose las culpas de su falta de eficacia para gestionar

Luis del Val

Cuando la dignidad parece rebeldía

¿Quién le va a votar a Pilar Alegría en Aragón? Seguramente, su familia. Y Lambán se limitó a intentar salvar el desastre hasta el último suspiro

Luis del Val

«La desigualdad está servida»

Illa se ha convertido en hermano de leche egoísta de Sánchez, porque los dos se mantienen en el poder gracias a la extorsión del separatismo catalán