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café con neurosis

«La desigualdad está servida»

Illa se ha convertido en hermano de leche egoísta de Sánchez, porque los dos se mantienen en el poder gracias a la extorsión del separatismo catalán

Diana Morant y la titulitis

Cómo ser un progresista de provecho

Luis del Val

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Nunca me ha gustado insultar o denigrar, a los políticos. Pero tampoco puedo actuar de inquisidor de mi propia imaginación, gracias a la cual, en buena parte, he logrado ganarme la vida. Por eso, sin ánimo de ofender, debo confesar que casi siempre que aparece ... la imagen de Salvador Illa Roca, en un periódico o en la pantalla del televisor, lo asocio con una pulcra y obediente doncella, con uniforme blanco y delantal negro, cofia alba, muy bien colocada, preguntando con servilismo profesional a un dirigente del secesionismo catalán: «¿Qué desea el señor?». Pido excusas al servicio doméstico que cumple con dignidad su trabajo, y les anticipo que esta imagen no tiene ánimo de menospreciar su importante trabajo, pero llama la atención que una persona, calificada como «muy honorable presidente de la Generalitat de Cataluña, Excelentísimo señor, don Salvador Illa» parezca un camarero de cafetería, poniéndose a las órdenes de un recadero de ERC o de Junts.

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