Ollanta Humala, de militar a presidente

Humala fundó con su familia el movimiento “etnocacerista”, inspirado en la ideología del mariscal Andrés Abelino Cáceres, tres veces presidente de Perú entre 1884 y 1895. La esencia del mismo era la supremacía de la raza cobriza -la suya- sobre los blancos.

Del 2006 a la fecha, Ollanta, “guerrero que todo lo mira” en quechua, recicló su discurso y se aproximó a la figura de Luiz Inacio Lula Da Silva, más digerible para Perú y el resto del mundo, que la de Hugo Chávez.

Casado con Nadine Heredia, el ex teniente coronel al que llaman comandante en Perú, tiene tres hijos. Illary de 9 años, Nayra de 7 y el único chico, Samín de seis meses. Este marco le ha servido para dulcificar su imagen en campaña, identificada a la del militar tosco de ideología revolucionaria. El hasta ayer candidato de la coalición Gana Perú, ingresó en 1982 en la Academia Militar y un año más tarde perfeccionó sus estudios castrenses en la Escuela de las Américas (Estados Unidos), donde se forjaron buena parte de los dictadores latinoamericanos de los años 70.

Con el grado de Capitán, Humala fue destinado a la localidad de Madre Mía, foco de Sendero Luminoso. De aquella etapa son las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos que han reflotado el último año. Según un informe de la Coordinadora de Derechos Humanos, “existen suficientes indicios” de que “Carlos”, nombre de guerra del virtual presidente de Perú en los años de plomo, participó con otros compañeros de armas en la desaparición de, al menos, cuatro campesinos. No obstante, nunca se pudo probar judicialmente su participación.

Su aventura a caballo por los Andes –según él una asonada contra Fujimori- con una docena de compañeros le costó una condena por rebelión. Entrado el 2001 el presidente Alejandro Toledo le indultó. Terminó de agregado militar en París y posteriormente en Corea del Sur. En el 2004 pasó formalmente a retiro y arrancó su carrera a la Presidencia con el Partido Nacionalista Peruano.

Entusiasta de los deportes, -corre todas mañanas- es forofo seguidor de la Alianza, el equipo de fútbol de Lima. Le gustan las canciones de Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa pero, según sus amistades, su favorita es “Provocame”, del portoriqueño Chayanne. Está noche, con su victoria asegurada, hasta podría entonarla.