la lupa
Caballero contra las libertades
El anunciado apoyo al alcalde en funciones de Vigo muestra las razones por las que los electores han dado la espalda al Bloque Nacionalista Galego en la ciudad
alfredo aycart
EL alcalde en funciones de Vigo no sólo ha perdido las elecciones. Abel Caballero ha perdido también lo poco que tenía de espíritu democrático y respeto por las libertades y los derechos fundamentales. Mal enseñado y peor aconsejado, el edil socialista evidenció su talante sectario ... y discriminatorio significando a tres medios de comunicación, el diario Faro de Vigo, y las televisiones Localia y TeleVigo como únicos interlocutores a los que permite comparecer a sus ruedas de prensa, debe ser porque son los únicos con los que se siente cómodo.
Con ello ha hecho un flaco favor a los respetables medios así señalados. Son los únicos a los que invitó a la rueda de prensa con el ex alcalde de La Coruña, el candidato a Defensor del Pueblo ninguneado en su propio partido por personajes de la talla intelectual de Leire Pajín. Que Francisco Vázquez haya aceptado el respaldo del alcalde olívico debe interpretarse como deuda del pasado compartido, peaje que reduce la fama del embajador y merma sus ya débiles posibilidades de suceder a Enrique Múgica en la institución.
Peripecias de Vázquez al margen, Caballero ha evidenciado una vez más las razones profundas por las que la salud cívica exige su desalojo del despacho de la alcaldía. Incapaz de depurar su discurso de la demagogia más abyecta, la que tiende a elevarse utilizando el enfrentamiento artificioso con los vecinos, el alcalde juega ahora a eludir preguntas incómodas que puedan evidenciar la zafiedad de sus eslóganes. No es extraño que sea uno de los que no han querido sumarse al rechazo de las ruedas de prensa sin preguntas. Su objetivo soñado.
Se ha empecinado en mantener su discurso localista y populista. El mismo que le llevó a intentar torpedear la imagen de la nueva caja gallega con fines exclusivamente electoralistas. Que la entidad financiera haya conseguido sobrellevar sus impertinentes ataques muestra una capacidad de superación que convierte en fuegos de artificio las andanadas de quienes quieren plantear dudas sobre su solvencia, pero refleja también la inconsistencia argumental del demagogo.
Cuatro años más de Caballero serían también cuatro años de derroches en rutas aéreas que sólo benefician a las empresas aeronáuticas y a los viajeros habituales, precisamente los que no necesitan de una ayuda institucional para volar; representarían cuatro años más de enfrentamientos con el puerto, de intentos de paralización del área metropolitana, de choques artificiosos con la Xunta, de despilfarro, en fin, trufado de sectarismo y amiguismo.
El pasado 22 M, el PP obtuvo una nueva mayoría en la corporación, una victoria aplastante sobre Abel Caballero, pese a que éste ha sabido beneficiarse del voto útil de quienes dieron la espalda a Santiago Domínguez, el candidato a teniente de alcalde que solamente sabe dimitir a medias. Sin embargo, el responsable de la huida de la Volvo Ocean Race está dispuesto a sostener a Caballero, por acción o por omisión. Otro borrón en su currículo que ejemplifica las razones por las que los ciudadanos les han dado la espalda en las urnas.
En los próximos ataques de Caballero contra la libertad de expresión, que se producirán, conociendo al personaje, todos podrán señalar a los nacionalistas como cómplices.
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