Siete maravillas naturales de Cáceres para un gran fin de semana

Situado en el triángulo imaginario que forman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata , con el río Tajo como eje vertebrador, está el Parque Nacional de Monfragüe, un espacio natural que forma parte de un territorio declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2003. Con una extensión de casi 18.400 hectáreas , este enclave, en el que no faltan alcornoques, quejigos, acebuches y encinas, posee la más extensa y mejor conservada mancha de monte mediterráneo y acoge más de 208 especies de vertebrados , como linces, gatos monteses, ciervos y jinetas, entre otras.

Perfectos para obtener las mejores panorámicas y para avistar la gran variedad de aves que allí habitan, como buitres negros, águilas imperiales ibéricas y cigüeñas negras son sus miradores, siendo el más espectacular de todos el del Salto del Gitano . Aquí está también lo que queda del castillo de Monfragüe , una construcción de origen árabe que ofrece otra de las mejores vistas del parque. El único núcleo urbano situado dentro del parque es Villareal de San Carlos , pueblo en el que se puede visitar el Centro de Interpretación de la Naturaleza.

El Valle del Ambroz, y más concretamente Segura del Toro , esconde un huerto serrano muy bien conservado en el que cada árbol tiene su propio nombre e historia, un espacio natural conocido como los castaños el Temblar . De los cinco robustos castaños que lo componen, catalogados como árboles singulares de Extremadura por su antigüedad , destaca el bautizado como Hondonero , que tiene 25 metros de altura y una edad que se estima ronda los 700 años, pero este no es el más viejo, ese título se lo lleva el Castaño del Arroyo, que tiene alrededor de 800 años. El Bronco , con un tronco en espiral, el Retorcío , formado por gruesos paquetes de fibras que dan sentido a su nombre, y el Menuero , que da las castañas más pequeñas, completan el paisaje. La mejor época para visitar este enclave es en otoño , cuando se tiñen de tonos ocres y amarillos y rinden su fruto o a finales de primavera cuando les brotan las hojas nuevas. Para llegar hasta aquí hay que realizar una ruta de apenas 3,6 kilómetros (ida y vuelta) con una dificultad baja que parte del pueblo y llega hasta la finca situada en la margen del arroyo del Temblar.

Más allá de la famosa Garganta de los Infiernos del Valle del Jerte, la comarca de La Vera, situada en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, cuenta con 47 gargantas naturales con aguas cristalinas y heladas que serpentean montaña abajo esculpiendo las rocas y ofreciendo a locales y visitantes mágicos charcos en los que refrescarse en verano, algunos de ellos acondicionados para el baño con instalaciones y servicios próximos y otros con gran encanto escondidos entre la naturaleza. Algunos de las más conocidos son El Trabuquete , en Guijo de Santa Bárbara, la de Alardos, en Madrigal de la Vera o el Charco de Cuartos , en Losar de la Vera.

Este Geoparque Mundial de la Unesco, que comprende 19 municipios , es un territorio que cuenta con un patrimonio geológico de valor internacional. Situado en el sureste de la provincia de Cáceres, entre las cuencas del Tajo y del Guadiana, es un macizo montañoso de una extensión de 2.544 kilómetros cuadrados cuya mayor altura es el Risco de la Villuerca (1.601 metros) . Desde este punto se obtiene unas espectaculares vistas que incluye un núcleo montañoso de la era paleozoica rodeado de antiguas penillanuras, las rañas y Guadalupe. Su singular forma es el resultado de la acción de la erosión actuando durante millones de años sobre un macroplegamiento que se produjo durante el movimiento orogénico hercínico. Las fracturas (fallas) pueden verse en las diferentes sierras del geoparque, como la Sierra de la Breña, en los Riscos de la Trucha o cerca de Castañar de Ibor. El actual modelado de la red fluvial ha configurado el paisaje que se observa con su geomorfología característica que es conocida como relieve apalachense.

La belleza de este paisaje situado en Malpartida de Cáceres no solo le ha hecho aparecer en la serie Juego de Tronos, sino también ser declarado Monumento Natural . Estas formaciones graníticas que el agua y otros agentes se han encargado de modelar invitan al visitante a dejar volar su imaginación para vislumbrar diferentes figuras como animales u objetos. Además, sus charcas son fuente de vida para numerosas especies animales, como la cigüeña blanca o la garza real y los diferentes restos arqueológicos que se reparten por la zona demuestran que el hombre encontró este hábitat idóneo para su asentamiento ya desde el Neolítico.

Existen diferentes rutas para descubrir este paraje, como la de las Peñas del Tesoro , que arranca en el Museo Vostell-Malpartida y que tiene una duración de unos 30 minutos, o la Ruta del Barrueco de Arriba , que va por todo el perímetro de la charca que le da nombre y que se puede realizar en una hora, más o menos.

Este espectacular enclave, incluido dentro de la Reserva de la Biosfera Tajo Internacional, tiene como denominador común el río Tajo –y los afluentes del Erjas y el Sever– en el tramo que forma la frontera natural entre España y Portugal .

La parte española tiene una extensión de 25.088 hectáreas que esconde multitud de especies, algunas de ellas en peligro de extinción, como la cigüeña negra, el cangrejo de río autóctono o el águila imperial ibérica. Llaman también la atención las poblaciones de nutrias, alimoches, águilas culebreras y lagartos verdinegros. De su flora destacan el lirio amarillo y la serapia verde, flores que coexisten con enebros, arces de Montpellier, jacintos de una hoja o narcisos pálidos. Este espacio único, de baja altitud, pero con un relieve escarpado, resalta por su gran diversidad y por su patrimonio cultural extremadamente rico y singular.

Además de todo esto, se pueden encontrar pinturas rupestres, dólmenes y menhires dispersos por la zona que atestiguan la presencia humana en las tierras del Tajo desde la prehistoria. Para saber las diferentes rutas que se pueden realizar por la zona se puede acudir al Centro de Interpretación de la Naturaleza situado en Alcántara.

El norte de la provincia de Cáceres está marcado por la imagen del meandro del Melero , un paraje natural de suma belleza formado por el río Alagón en las cercanías de Riomalo de Abajo, en el limite oriental de la comarca de Las Hurdes. Este espacio natural es uno de los caprichos de la erosión fluvial que puede llegar a formar un islote de río cuando el nivel de agua es alto.

Aunque está en territorio de Castilla y León, el mirador de La Antigua , que está situado en tierras extremeñas, es el palco perfecto para contemplar en todo su esplendor este paisaje típico hurdano, que se caracteriza por ser agreste, pero también por transmitir paz y tranquilidad. Como curiosidad, hay que saber que este punto es, también, el mejor para vivir la berrea del ciervo, una de las numerosas especies animales que habitan estos parajes y, por supuesto, para observar aves. Si se va en verano se puede aprovechar para bañarse en la piscina natural sobre el río Ladrillar, situada a la salida de Riomalo hacia el mirador.