Un salto sobre bebés y otros 19 Corpus impresionantes en España

Procesión con la bella custodia de Juan de Arfe tras la misa de 11. Sale a eso de las 12.15 acompañada de estandartes por la puerta de los apóstoles de la Catedral (por donde lo hacen todas las procesiones) y recorre las calles haciendo paradas en los altares. En el primer cuerpo de la custodia destaca el grupo escultórico del sacrificio de Isaac (representación de la eucaristía). 3 de junio.

L’ou com balla («el huevo que baila») es una de las pocas tradiciones que sobreviven del Corpus barcelonés (se comenzó a hacer a finales del siglo XVIII). En el claustro de la catedral se hace bailar a un huevo en lo alto del surtidor de una fuente. Barcelona fue la primera ciudad del mundo que celebró la fiesta del Corpus organizando la llamada Procesión General, que tan famosa se hizo por los personajes que en ella desfilaban.

Cubiertos de pies a cabeza de musgo acompañan al Santísimo en su recorrido por este pueblo de Salamanca. Se trata de recordar la toma por los cristianos que así disfrazados se introdujeron en la villa. Se tiene constancia del desfile de los hombres de musgo en la procesión del Corpus al menos desde el siglo XVII. Día 31 de mayo.

La fiesta se denomina «Patum» por el sonido del tambor que suena sin cesar. Los días principales son el jueves y el domingo. Al anochecer del domingo se llega al punto culminante: «la Patum» completa, en la que toman parte «Turcs i Cavallets» (Turcos y Caballitos); «Diables», vestidos de brillantes colores y cubiertos de caretas, que lanzan fuego (petardos y cohetes), y multitud de animales mitológicos. Destacan los «plens», quienes revestidos de hojas portan fuets (pequeños cohetes) que estallan cuando termina la llama. Del 31 de mayo al 3 de junio.

Se saca al Santísimo en carroza y El Curpillos se celebra la semana siguiente con procesión en el Monasterio de las Huelgas, romería en El Parral y bailes a cargo de los danzantes y gigantones. Viernes 8 de junio.

Camuñas, Toledo. Danzantes y Pecados

Fue fiesta prohibida en los años de la posguerra, y hoy, recuperada, es de Interés Turístico Nacional. En esta especie de auto sacramental, la Gracia libera del mal a cada una de las Virtudes (danzantes) en una preciosa danza final llamada «del cordón». Durante la procesión, los Pecados llevan a cabo frenéticas carreras gritando, para ir a postrarse a los pies del Cristo. Ante Él, se quitan la careta, de vivos colores. Las dos Cofradías están formadas solo por hombres y no se mezclan en ningún momento a lo largo de la fiesta. Días 31 de mayo y 3 de junio.

Representan al diablo y llevan en las manos una porra y un látigo que agitan continuamente. En el suelo de las calles se colocan colchones sobre los que se ponen a los niños nacidos durante el año. Los dos colachos saltan por encima de los pequeños (suelen ser niños nacidos en el año) para protegerles de enfermedades. En cada una de las paradas el sacerdote da la bendición con el Santísimo y los colachos golpean con el látigo a los que no se arrodillen. Se viene haciendo desde 1620. Día 3 de junio.

Los famosos «corporales» se sacan en procesión el día del Corpus, dándose con ellos la bendición a todos los fieles. Los corporales envolvieron las hostias en una misa antes de una batalla contra los moros. Al terminar, las hostias habían sangrado, pegándose a los corporales. Fue alrededor del año 1239 y la reliquia permanece guardada en su estuche en Daroca desde 1269. La festividad se sigue celebrando el jueves. La gente arroja durante la procesión pétalos de flores desde ventanas y balcones. Día 31 mayo.

Fiestas del Corpus, que duran varios días, pero el principal es el jueves, cuando sale la custodia. Las fiestas se prolongan desde el viernes anterior hasta el domingo siguiente. En la procesión cívica que anuncia los festejos figura la «tarasca», vestida a la última moda femenina, acompañada de gigantes y cabezudos, pajes, carrozas y estandartes. En la procesión -la más vistosa de las andaluzas- participan los «seises» que se han recuperado últimamente. Toda la semana.

Se ha pasado al domingo. Fue esta fiesta la más importante y participativa de la ciudad durante muchos años. Se ha celebrado desde mediados del siglo XVI organizada por la Cofradía de los Apóstoles. A los Apóstoles les acompañan numerosos niños y niñas de primera comunión. El puesto -los 12 apóstoles y la figura de Jesús- pasa de padres a hijos. Día de 3 de junio.

En el llamado «Jueves de las Alfombras» las calles se cubren de flores, siguiendo una tradición iniciada por una dama de la alta burguesía en 1847. Cada familia tomó la costumbre de confeccionar su propia alfombra y, con motivo de la visita del Alfonso XIII, se confeccionó por primera vez la monumental alfombra de la Plaza del Ayuntamiento, hecha con tierras de las Cañadas del Teide. Esta alfombra suele representar episodios bíblicos. Día 31 de mayo.

Procesión en la que destacan los altares adornados con los famosos bordados y colchas (algunas centenarias) de la localidad. En ellos vemos antiguas imágenes barrocas del Niño Jesús vestidas con los típicos trajes y joyas lagarteranas. La fiesta se remonta a 1590 y fue declarada Bien de Interés Cultural en el 2017. Se celebra el día 3 de junio.

Ocho danzantes -que representan a los ángeles- acompañan al Santísimo y forman parte de una cofradía del siglo XVI. Visten faldilla blanca y almidonada, y alpargatas. Los dos birrias (demonios) abren camino con pequeños látigos. La figura principal es San Sebastián, con careta cubriéndole el rostro y es tradición que rompa los zapatos durante el recorrido. Siguiéndole Jesucristo y otros personajes -con el rostro cubierto- del Antiguo Testamento en su mayor parte apóstoles, cada uno con su símbolo. Por último el Santísimo y niños de primera comunión. Día 3 junio.

La víspera tiene lugar la Degolla, desfile que recuerda la matanza de inocentes por mandato de Herodes y la huida a Egipto de la Sagrada Familia. En ella toman parte los Reyes Magos; un tropel de niños con un sable rojo en la mano (los «degolladors»), la Sagrada Familia y el llamado «home de la caldereta» (encargado de señalar las casas por las que debe pasar de largo el Ángel Exterminador). El mismo día del Corpus hay una procesión, en la que figuran los miembros de Cofradías y Gremios escoltando a los Santos parroquiales y personajes del Antiguo Testamento y la Custodia bajo palio. La primera noticia del Corpus en Morella data de 1358. Día 2 mayo (Degolla) y 3 junio (procesión).

Su origen está en la toma del castillo de Capilla (siglo XVI) ocupado por moriscos en la sublevación de las Alpujarras que se consiguió con auxilio divino. Los cofrades vestidos con trajes de aquella época, montados en caballos y burros enjaezados, simulan la batalla corriendo por las calles. Luego llega la procesión, a la que asisten en ordenadas filas acompañando al Señor. Días 2 y 3 junio.

Las tradicionales alfombras de flores adquieren una dimensión especial, ya que en su elaboración participa todo el pueblo, y gentes venidas de localidades cercanas. La fiesta se inicia un par de días antes, con la recolección de flores, hojas y ramas de los alrededores: hortensia, rosas, mirto bravo, arnica... La víspera, por la noche, hay una gran actividad, prolongándose la elaboración de alfombras hasta bien entrada la madrugada. Día de 3 junio.

El baile es una de las notas más características del Corpus sevillano, junto a la solemne procesión en la que figura la magnífica custodia obra de Juan de Arfe. Los «seises» son los niños que interpretan las voces blancas de la polifonía en la capilla musical de la Catedral. Estos bailes se popularizaron en otras catedrales pero tuvieron su origen en la sevillana, en 1439. Son seis niños cantores (desde 1565 son diez vestidos de pajes con la cabeza cubierta). Los «seises» danzan en el Corpus, en su Octava y en la fiesta de la Inmaculada. La procesión es el 31 de mayo.

Ricos tapices cuelgan de ventanas y balcones ante el paso del Santísimo por las calles toledanas. Esta fiesta está declarada de Interés Turístico Internacional, destacando la procesión con la famosa custodia de oro del orfebre Enrique de Arfe. Las calles se alfombran de romero, tomillo y hierbas aromáticas y se adornan con enormes tapices, así como colchas y mantones. En el cortejo que acompaña al Santísimo figuran, entre otros, los Caballeros Mozárabes, los del Santo Sepulcro, los del Capitulo Hispanoamericano y los Infanzones de Illescas, cada uno de ellos con sus respectivos y coloristas uniformes. Día 31 mayo.

Se comenzó a celebrar en 1355. En la procesión, una especie de «Biblia en vivo», desfilan personajes del Antiguo y Nuevo testamento. Por la tarde sale el gran cortejo con las «rocas» (tronos alegóricos), gigantes que danzan al son de la dulzaina, y la «Moma». También los «cirialots», que representan a los 24 ancianos del Apocalipsis, con cirios de gran tamaño y, cerrando el cortejo, la Custodia con el Santísimo. Día 3 de junio.

En este pequeño lugar se representa una de las más llamativas y curiosas danzas que aún quedan por España y que se remonta al siglo XVI (desde el pasado año es Bien de Interés Cultural). Son ocho los danzantes, todos muy mayores, con espectaculares trajes. Se cubren con un gorro (recuerda a las mitras de los obispos) adornado con flores y en los brazos cintas rojas. Octava del Corpus (la semana siguiente, 10 de junio).