Seis impresionantes miradores (uno recién abierto) de Nueva York

Subir a estos observatorios se convierte en el plan perfecto para disfrutar de los atardeceres más mágicos de la ciudad y para vivir, en primera persona, las secuencias más míticas de las películas hollywoodenses. Si se puede, lo mejor para obtener la panorámica completa es subir a todos y cada uno de ellos, pero si solo se puede elegir uno, lo mejor es optar por el más nuevo de todos, The Summit, que se inaugura este jueves, 21 de octubre.

El último mirador en incorporarse al skyline de Nueva York es también el más espectacular. Situado en el edificio One Vanderbilt está The Summit, un observatorio que llega para romper con todo lo visto hasta la fecha. Este espacio ofrece a los visitantes una experiencia hipersensorial única con diferentes espacios y miradores con los que llenar Instagram de impresionantes instantáneas.

El primer observatorio está ubicado en el piso 91, donde empieza la instalación Air, diseñada por el artista Kenzo Digital, una sala repleta de espejos que cuenta con dos niveles. El más elevado se abre en forma de balcón a su alrededor y las vistas que ofrece al Empire State, Bryant Park, Central Park y el Chrysler Building ya merecen la visita. Pero, la oferta no se acaba aquí. Lo más innovador de este edificio es la siguiente de sus atracciones, bautizada como Levitation . Se trata de unos cubos de cristal suspendidos que flotan sobre Madison Avenue a más de 300 metros de altura. También destaca Ascent, un ascensor de cristal que te eleva hasta los 368 metros por el exterior del edificio y que se detiene por unos minutos para que el visitante pueda sentir la adrenalina y coronar Nueva York. Y, para terminar, está Après, el bar del observatorio que permite disfrutar de unas vistas 360 grados.

Suspendido a más de 335 metros de altura , en pleno corazón de Hudson Yards, está Edge , una plataforma de observación al aire libre, que sobresale unos 25 metros cuadrados del edificio, ubicada en el piso 100 del número 30 de este lujoso complejo de oficinas. Desde aquí se puede ver todo el horizonte de la ciudad, desde la punta de Central Park, hasta la Estatua de la Libertad y más allá.

Las paredes están hechas de cristal y con una cierta inclinación, lo que produce una mayor sensación de vértigo al asomarse. Uno de sus principales curiosidades es una pequeña zona de suelo acristalado desde el que observar las calles bajo tus pies . Esta experiencia se puede completar tomando una copa de champán o un cóctel de autor gracias al servicio de bebidas que ofrecen en el exterior, o subiendo un piso más arriba a su restaurante.

El que es uno de los rascacielos más míticos de la ciudad de Nueva York ofrece, también, uno de los miradores imprescindibles para cualquier visitante. Tras la reforma realizada hace un par de años, la planta 102, ubicada a 381 metros de altura y a la que se accede a través de un exclusivo ascensor acristalado , ofrece unas vistas de 360 grados gracias a sus ventanales de suelo a techo.En los días más despejados las vistas pueden alcanzar hasta 128 kilómetros.

En la planta 86 del edificio hay otro observatorio al aire libre que rodea la aguja y que brinda vistas panorámicas de Nueva York, Brooklyn, Queens y mucho más.

Situado en el Rockefeller Center , uno de los centros comerciales más prestigiosos y antiguos de la ciudad, está Top of the Rock , un clásico en la ciudad. Sus vistas son de las más apreciadas por los turistas. Desde sus 259 metros de altura se pueden ver el Empire State en todo su esplendor y Central Park.

Dispone de tres plataformas de observación. La primera está en la planta 67 , este espacio está cubierto y ofrece un aperitivo de lo que se puede disfrutar en los pisos superiores. El mirador principal se encuentra en la 69 y, aunque está rodeado de cristaleras, hay pequeños huecos que permiten sacar el objetivo de la cámara. El plato fuerte lo ofrece la planta más alta, la 70. Aunque es la más pequeña regala unas espectaculares vistas 360 grados. Al no tener cristales y estar al aire libre permite obtener mejores fotografías.

La visita a este mirador se puede completar con alguna de las experiencias que ofrece, como la Mezzanine Exhibit , una exposición que da a conocer la historia del edificio, o el Beam Walk , donde se puede admirar la histórica foto ‘Almuerzo sobre un rascacielos’, imagen que muestra a unos trabajadores comiendo sobre una viga colgada en el vacío.

Con 541 metros de altura, el One World Trade Center es el rascacielos más alto de Nueva York. Este edificio, que fue creado después de los atentados del 11S por David Childs , está en Downtown Manhattan, justo al lado de donde antes se levantaban las Torres Gemelas.

La subida en ascensor hasta la planta 102 se hace en apenas 47 segundos y las paredes proyectan un time-lapse virtual de la historia de Nueva York. Una vez arriba se puede disfrutar de una proyección de un vídeo de la ciudad para, después, bajar a la planta 100, lugar en el que está situado el One World Observatory, una ventana a la Gran Manzana con vistas 360 grados. Desde aquí se puede ver a la perfección el Brooklyn y Manhattan Bridge, la Estatua de la Libertad y los barrios que rodean Manhattan.

Aunque no se trata de un mirador excesivamente alto – solo tiene 45 metros de altura – es todo un referente en Hudson Yards . Obra del arquitecto inglés Thomas Heatherwick , The Vessel , un edificio que resulta de lo más curioso, está concebido como una especie de enjambre de escaleras y paneles de acero color cobre. En total cuenta con 154 tramos de escaleras con 2.500 peldaños, pero también hay un ascensor para que puedan acceder a él personas con movilidad reducida. Desde aquí se puede obtener otra perspectiva de la ciudad a diferentes alturas y ángulos.