España, un país con una despensa inigualable

En Europa existen los sellos de calidad diferenciada de Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP) , que amparan a ciertos productos agroalimentarios. Dichos alimentos están vinculados a una procedencia geográfica concreta, en los que el territorio siempre ha aportado unas características inigualables al producto. «La calidad diferenciada es una de las herramientas más importantes con que cuentan los agricultores europeos para hacer frente a la competencia, cada vez mayor, de los países emergentes. Estas figuras, además, fomentan la organización del sector productor y facilitan el acceso de productores a mercados nacionales e internacionales» señalan desde Origen España-Asociación Española de Denominaciones de Origen.

Su presidente, Jesús González Vázquez, asegura que «estos productos son importantes para el territorio de origen, para salvaguardar su historia. Son claves, generan un valor añadido» Además, en el mercado ofrecen garantía y confianza a los consumidores. « Pasan controles, son únicos y llegan al mercado con la garantía del origen », añade. La labor de los sellos es dar a conocer el producto, cómo se obtiene y se produce.

«El consumidor puede valorar la seguridad sobre el origen, el sabor único y también el hecho de que consumiendo esos productos está defendiendo el territorio. Los ganaderos cumplen con el bienestar del animal y el productor defiende la biodiversidad», reflexiona González Vázquez. Señala de igual forma que en la lucha contra la España vaciada, e stos alimentos contribuyen a fijar la población en la tierra donde se producen y se garantiza la creación de riqueza . «Si queremos un medio rural vivo y activo, hay que apostar por la DOP. Con el poquito que se paga de más estamos defendiendo algo que no se debe dejar perder. Es un deber cultural», sostiene. Por eso aconseja que al comprar se tenga en cuenta el punto de vista social, económico, medioambiental y el bienestar animal.

Dentro de la UE, España es el tercer país con más sellos de garantía, por detrás de Italia y Francia , un orden que va cambiando a medida que van entrando nuevos productos a la lista. Actualmente hay 102 productos agroalimentarios españoles con DOP y 98 con IGP, a los que se suman los vinos y bebidas espirituosas que también cuentan con este sello de garantía. «El trámite comienza a nivel autonómico, luego pasa al estatal y finalmente al europeo. Normalmente hay entre 15 y 20 productos en trámite», indica el presidente de Origen España. Lo más importante para conseguir esta distinción «es que el sector productor tenga claro qué hace diferente a su producto». Desde Origen España esperan que el número siga aumentando, porque «conseguir el sello ayuda mucho a la internacionalización del producto».

El impacto de registrar un alimento con DOP o IGP es muy elevado. Incrementa, por ejemplo, el valor añadido de los productos, permite la diversificación de la producción y supone un gran potencial para satisfacer las demandas de los consumidores. En términos económicos, las DOP e IGP agroalimentarias generaron en 2018 un volumen de negocio de 1.648,56 millones de euros , con un total de 195.155 operadores primarios vinculados y 3.455 industrias adscritas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Los responsables de Origen España insisten igualmente en que los operadores eviten confundir al consumidor, «diferenciado de manera clara y sencilla a este tipo de productos frente a los demás, para que no se beneficien de su prestigio y reputación». Dentro de su labor de información han lanzado la campaña Abre los ojos, «enfocada en que el consumidor se fije en lo que compra y ayude así al medio rural», cuenta su presidente. Estos sellos no son una etiqueta más, «son una protección y un reconocimiento a los valores que conllevan los productos agroalimentarios que lo aportan. Son productos con historia y cuentan una historia », explica.

El Gobierno utiliza la marca Alimentos de España para promocionar los productos españoles. Acaba de lanzar la campaña “El país más rico del mundo”, con el chef José Andrés como embajador. «Queremos que todos los españoles valoremos y nos animemos a comprar y a consumir los Alimentos de España, y otorgar el merecido protagonismo a los profesionales del sector como creadores de nuestros alimentos. Y es que, si España es “el país más rico del mundo”, lo es gracias a las personas que hacen posible la gran despensa española y europea», afirman desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El reconocimiento en el mercado de nuestros productos «da lugar a un valor añadido cuyo beneficio se reparte a lo largo de toda la cadena alimentaria . Para una empresa, tener una línea de elaboración de productos DOP/IGP le genera un prestigio y un valor de marca de calidad», añaden. Los Pliegos de Condiciones de las DOP/IGP están en adaptación contínua para ajustarse al mercado e introducir innovación en formato, presentación y aumento de gama de productos sin perder la autenticidad y el carácter propio y genuino de estos vinos, bebidas espirituosas y alimentos.

En España, en el ámbito de la Calidad Diferenciada (DOP/IGP/ETG) de vinos, bebidas espirituosas y otros productos agroalimentarios están incluidos unos 315.000 agricultores y ganaderos, y unas 8.600 industrias agroalimentarias, con 1,45 millones de hectáreas de cultivo (principalmente viñedo y olivar) y 2,5 millones de cabezas de ganado. En general se trata de pymes y empresas familiares. La exportación supone un 41% en vinos y bebidas espirituosas, y un 15% en productos agroalimentarios. Los principales destinos son Europa (Alemania, Reino Unido y Francia) y países terceros (EEUU, Suiza, China y Japón). Tras la firma de acuerdos comerciales de la UE, con un capítulo dedicado a la protección de las DOP/IGP, se espera que se incrementen las ventas a Canadá, China, México y sudeste asiático.