El puente más legendario (y uno de los más largos) del Camino de Santiago

Edificado en el siglo XI, de estilo románico, su construcción es un misterio. Según apuntan algunos historiadores su edificación fue posible gracias a la reina Doña Mayor -esposa del rey Sancho el Mayor-, otros sin embargo señalan que fue la reina Doña Estefanía, esposa del rey García el de Nájera.

Originariamente contaba con dos torres defensivas en cada extremo, de la que solamente queda una, que da acceso a la salida de la población, en cuyas paredes se halla una caja de limosnas para los presos de la antigua cárcel. En la parte central se halla una capilla donde se veneraba a la Virgen del Puy, patrona de la población, conocida como la Virgen del Txori, marcada por la leyenda, que cuenta que todos los días un pajarillo (txori en euskera) acudía a limpiar la cara de la imagen celestial con sus pico hasta que fue trasladada a la Iglesia de Santiago en el siglo XIX.

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Un puente, además, mágico. El Puente de los Peregrinos de Puente la Reina -que salva el río Arga, con ciento diez metros de longitud, cuatro metros de ancho, sustentado por seis arcos de medio punto, y otro sumergido, uno de los más largos del Camino de Santiago-, atesora el mensaje simbólico de la arquitectura y geométrica mágico-sagrada medieval. Es ascendente y descendente. Invita al viajero y peregrino, buscador de secretos y misterios, a mirar hacia atrás y a su interior mientras avanza, sin ver el final del paso, a su parte más alta.

Y una vez en la parte central, en la cima, a descubrir el final del puente, el nuevo viaje y camino que emprenderá. Un puente, metáfora del paso de una etapa a otra, de un final y de un comienzo, de un rito de paso, de un lado a otro, vinculado al Juego de la Oca, al supuesto mapa secreto e iniciático que realizaron los templarios del Camino de Santiago, que aparece reflejado en la casilla número 6 y en la localidad que, ubicado en un mapa, siguiendo las rutas jacobeas, tiene forma de Pata de Oca.