El museo más romántico es también uno de los más bonitos y menos conocidos de la capital

Muy pronto este museo se convertiría en objeto de interés de los intelectuales del momento. Posteriormente, durante la Guerra Civil, la dirección fue ocupada por Rafael Alberti, lo que subrayó aún más su prestigio e importancia y garantizó la protección del patrimonio que se custodiaba bajo sus paredes. A medida que han pasado los años sus fondos han ido aumentando con todo tipo de adquisiciones, donaciones y depósitos hasta albergar más de 18.000 piezas que incluyen muebles de estilo imperio o isabelino, cerámica de Sargadelos y Sévres, fotografías, dibujos, pinturas y hasta 15 pianos.

Entre sus diferentes estancias destacan el Salón de baile, un espacio de puro lujo con dos lámparas de araña fernandinas, sillería isabelina de caoba que perteneció al ministro Antonio María Fabié, un piano construido especialmente por la casa Pleyel de París para la Reina Isabel II y varios retratos, la Sala de los Costumbristas Andaluces, escuela que ofrecía una imagen del pueblo y sus costumbres idealizada, dulcificada y alejada de la realidad con una clara influencia de Murillo, la Saleta de los Costumbristas Madrileños, donde se exponen algunos ejemplos de la escuela madrileña cuyos componentes cultivaron un populismo de matiz goyesco, El Oratorio, un espacio dedicado tanto para actos religiosos de carácter íntimo, como para la celebración de eventos sociales y en cuyo altar se encuentra el lienzo de Francisco de Goya de 'San Gregorio Magno, Papa', y la Sala de la Literaturay el Teatro, donde se muestran dichas disciplinas artísticas a través del retrato. Fuera de la casa llama especial atención el Jardín del Magnolio, que sigue la estructura del modelo francés del siglo XVIII organizándose en cuatro calles separadas por parterres de distinto tamaño y con fuente circular en su intersección.

Con motivo de su 100 aniversario, el Museo del Romanticismo ha inaugurado la exposición conmemorativa 'Cien años contigo', una muestra fotográfica con más de 100 instantáneas inéditas que realiza un recorrido por la historia y la evolución de esta institución desde diferentes puntos de vista: sus trabajadores, el público, las actividades realizadas a lo largo de los años, los antiguos montajes expositivos y acontecimientos memorables. La Sala del Jardín ha sido el lugar escogido para esta muestra que estará abierta hasta el 15 de diciembre.

El montaje evoca un archivo o gabinete decimonónico traído al presente y en su gran mayoría es un homenaje a la dedicación de todo su personal. Así, se pueden ver imágenes de la restauración de un cuadro de pelo decimonónico, la minuciosa labor semanal del relojero dando cuerda a las piezas del museo, o el montaje de la exposición que se dedicó a la moda romántica. Por otro lado, también se puede comprobar cómo eran los primeros montajes del museo, con algunas estancias hoy modificadas, así como las mujeres que han estado al frente de la institución a lo largo de los años realizando un gran aportación.

- Dirección: Calle San Mateo, 13, Madrid

- El horario de verano de visitas (hasta octubre) es de martes a sábado de 9.30 a 20.30 y domingos y festivos de 10.00 a 15.00 horas.

- El precio de la entrada general es de 3 euros, pero este mes de julio con motivo de su 100 aniversario es gratuita y posteriormente también se puede acceder sin pagar los sábados a partir de las 14.00 horas y los domingos.

- Se pueden realizar dos tipos de recorrido: uno que sigue un criterio temático, en el que se muestran cuestiones históricas y políticas además de artísticas, y un itinerario ambiental que hace especial referencia a los aspectos decorativos y al desarrollo de la vida en dicha época.