Uno de los conjuntos defensivos más importantes de Europa está en Pamplona

Situada en el número 1 de la Avenida del Ejército, en el centro de la localidad, se halla esta construcción declarada Monumento histórico-artístico nacional que con sus 280.000 metros cuadrados de superficie es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura militar en el período renacentista español, así como uno de los conjuntos defensivos más importantes de Europa.

Para conocer sus orígenes hay que remontarse al año 1571, momento en el que el rey Felipe II encargó este ambicioso proyecto al ingeniero militar italiano Giacomo Paleari, conocido como 'El Fratín', con el objetivo de proteger a la ciudad del acoso del ejército francés. En su diseño también participó el virrey de Navarra Vespesiano Gonzaga y Colonna. Esta construcción defensiva -similar a la Ciudadela de Amberes- se acomodaba a los avances de las técnicas bélicas que obligaban a defenderse de una artillería en pleno desarrollo.

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Su estructura original tenía forma de pentágono regular con cinco baluartes, pero la construcción del Primer Ensanche de la ciudad obligó a derribar dos de ellos conocidos como de la Victoria y de San Antón, los cuales se situaban como extensiones de los vértices de las murallas y permitían defender varias caras del fuerte. Los restos del segundo salieron a la luz con la construcción del Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra –conocido como Baluarte– por lo que fueron integrados en el diseño del edificio.

En el interior de la ciudadela las diferentes construcciones formaban una minúscula población con un sistema radial de callejuelas que confluían en la plaza de armas. En el siglo XVIII el recinto se rodeó con un sistema de contraguardias, caminos cubiertos, medias lunas y escarpas. Para acceder a la Ciudadela había que pasar un primer control en el cuerpo de guardia y atravesar seis puentes –tres fijos, dos levados y uno basculante–. Asimismo había hasta cinco puertas siendo la del Socorro la más importante. Tras servir durante siglos como un elemento arquitectónico militar, en 1964 se cedió al Ayuntamiento para crear un espacio público cultural y de ocio convirtiéndose en sede del Centro de Cultura Contemporánea-Hiriartea.

En la actualidad, el conjunto de la Ciudadela y su circundante Vuelta del Castillo –nombre con el que se conoce a los antiguos glacis de la ciudadela– forman el gran pulmón verde de Pamplona y en sus bellos jardines se encuentran más de 30 especies de árboles, una zona de ocio infantil y hasta 19 esculturas de reconocidos artistas como Basterretxea, Mirtalles, Larrea y Oteiza, entre otros. De este último destaca una obra escultórica fabricada en acero negro que representa al guerrero vasco Odiseo.

Aquí se ubican, además, varias salas de exposición como el Polvorín, el Pabellón de Mixtos y la Sala de Armas de finales del siglo XVII. Además, se realizan diferentes actividades y espectáculos durante todo el año tanto en sus edificios como en sus jardines como, por ejemplo, un show de fuegos artificiales durante las fiestas de San Fermín.

Hoy día, en un recorrido por este espacio cerrado al paso de vehículos (incluidas las bicicletas) se pueden apreciar diferentes construcciones como son la Glorieta de los Fueros, una plaza con una rotonda que representa los fueros de Navarra -símbolo de autonomía y autogobierno-, la Ronda de las Murallas, que ofrece vistas panorámicas de los alrededores y permite apreciar la arquitectura defensiva en todo su esplendor y el baluarte del Redín, única parte de la muralla que se mantiene como fue concebida, un excelente mirador desde el que ver los Barrios de la Rochapea y San Jorge. Su forma estrellada con tres puntas permitía que los cañones cubrieran todos los ángulos de tiro. Cabe destacar también sus cinco revellines -estructuras defensivas que se encuentran en los ángulos de la fortaleza-: el del Socorro, con forma pentagonal se distingue por sus muros bajos y gruesos, el de la Estrella, la más destacada por presentar una construcción más elaborada y detallada, el del Norte, el del Medio y el de Media Luna, cuyo diseño permite una mejor visibilidad.

- La ciudadela fue tomada solo una vez, en 1808. Aprovechando una gran nevada, el ejército francés la ocupó ante la confusión del lanzamiento de bolas de nieve entre ambos bandos.

- El valor catastral de 5.000 millones de pesetas asignado por un técnico de la empresa Tracasa en 1992 hace que la Ciudadela sea una de las construcciones más caras de la ciudad.

- En 2012 se hizo con el premio de Patrimonio Cultural de la Unión Europea, Europa Nostra, en la categoría de conservación, además del premio especial del público.

- Este espacio llegó a convertirse en cárcel recibiendo entre sus rejas a personajes destacados como el ministro Urquijo o el conde de Floridablanca.