Y el pueblo blanco, se convirtió en azul. El municipio malagueño de Júzcar saltó a la fama en 2011 cuando sus casas se tiñeron coincidiendo con el estreno mundial de la película de Los Pitufos. La productora lo escogió para promocionar la ... cinta y a día de hoy sigue manteniendo esta impronta.
La única forma que tiene para acceder a él es en coche, aunque hay un autobús que comunica el pueblo con Ronda, de la que apenas le separa media hora de camino.
Cada vez son más lo que se animan a visitar las calles de esta aldea azul, para la que solo unas brochas han supuesto todo un revulsivo y una oportunidad para el desarrollo del turismo. En alrededor de dos horas podrás conocer el pueblo y disfrutar de su ruta de los grafitis, que incluye 14 obras con los pitufos como protagonistas.
Pero Júzcar guarda muchos otros alicientes que lo hacen perfecto para una escapada de fin de semana, principalmente las actividades de senderismo o el barranquismo en la Sima del Diablo, una garganta con más 50 metros de altura por la que desciende el río de la Zúa.
Su ubicación en el Alto Genal le ha regalado parajes como el Torcal de los Riscos o el Castañar de Júzcar. Un enclave curioso es el de la derruida Fábrica de Hojalata. Esta factoría comenzó su actividad a mediados del año 1731 bajo un nombre muy poco común y nada breve: 'La nunca vista en España Real Fábrica de Hojalata y sus adherentes, reinando los siempre invictos monarcas y Católicos Reyes Don Felipe V y Doña Isabel Farnesio', como reza la inscripción de su entrada.
Además, en su Museo Micológico puede descubrirse la variedad de setas de la región, que son protagonistas de la gastronomía local junto a los ajetes, las hierbas silvestres o los ajos porros.
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