La Vía Verde de la Sierra, un apasionante recorrido entre túneles, viaductos y exuberante naturaleza

Son 36,5 kilómetros de pista compactada que se pueden cubrir cómodamente en bicicleta o por tramos caminando y en los que el contacto con la naturaleza y los bellos paisajes terminan convirtiéndose en las notas predominantes. Una actividad ideal para disfrutarla en todas las épocas del año y perfecta para emprenderla con un grupo de amigos o en familia.

La Vía Verde de la Sierra, por la que en la actualidad discurren cada día decenas de ciclistas y senderistas, se sitúa justo encima del antiguo trazado ferroviario que pretendía unir las localidades de Jerez de la Frontera y Almargen. Un ambicioso proyecto, que tenía que atravesar toda la sierra y que hunde sus raíces en el año 1887. En 1926, durante la dictadura de Primo de Rivera se aprobó definitivamente el inicio de las obras, que tras la caída de este régimen político terminaron abandonándose y nunca se contemplaron.

El tramo por el que transcurre la Vía Verde de la Sierra da buena cuenta de las dimensiones de las obras que se realizaron, ya que en un terreno abrupto y escarpado, repleto de montañas, se llevaron a cabo fantásticos túneles que facilitaban el discurrir de esos trenes que nunca llegaron a circular. De la misma manera el propio camino en el que se asienta la Vía Verde, cuenta con la ventaja de no tener apenas pendiente , ya que se diseñó pensando siempre en la circulación de las locomotoras de la época, que no tenían capacidad para salvar grandes pendientes.

Sin lugar a dudas, una de las señas de identidad más marcadas de este recorrido en plena naturaleza son los espectaculares túneles y viaductos que se recorren. Son un total de 30 túneles que ofrecen la completa sensación de estar dentro de la propia montaña, y de los cuales el más largo de todos es el denominado túnel del Castillo, de un kilómetro de longitud .

Entrar en estos túneles, pasar del mundo luminoso y plagado de sonidos de la naturaleza a la oscuridad y al frescor que proporciona el interior de la montaña es una sensación única. La gran mayoría de estos túneles, principalmente los que superan los 150 metros de longitud, cuentan con iluminación, aunque es recomendable llevar algún sistema de iluminación , sobre todo si se realiza la ruta en bicicleta.

En la Vía Verde de la Sierra no sólo es posible atravesar montañas, ya que los cuatro viaductos por los que transita el recorrido también nos hacen volar sobre los valles y suspender nuestro caminar a través de paisajes muy especiales. Al igual que los túneles, estos viaductos que se construyeron a partir de 1930 , fueron una auténtica obra de ingeniería para la época, destacando el de la Perdiz, que tiene 237 metros de longitud y un total de 13 arcos para salvar el Río Guadalporcún.

Recorrer la Vía Verde de la Sierra, ya sea en bicicleta, caminando, a caballo o incluso en burro, es toda una experiencia para los sentidos, ya que en muy poco espacio de tiempo pasamos de un paisaje agrícola a otro serrano, en el que también se pueden admirar masas de bosque mediterráneo (encinas, quejigos, algarrobos, lentiscos, acebuches, etc.). Una naturaleza a la que se une también los atractivos propios del curso de dos ríos, como es el caso del Guadalete y el Guadalporcún .

Uno de los puntos más emblemáticos y reconocibles de toda la ruta, se encuentra en el ecuador del recorrido que une Puerto Serrano con Olvera, y se trata del Peñón de Zaframagón, que puede presumir de contar con una de las mayores colonias de buitres leonados de toda Europa, además de proporcionar una vista única. Los buitres aprovechan la tranquilidad del lugar para construir en los lugares más inaccesibles sus nidos, y resulta ciertamente espectacular transitar por este enclave bajo la atenta mirada de estas inquietantes aves. Un lugar de parada obligada, donde se ubica el Centro de Interpretación y Observatorio ornitológico de Zaframagón, que hará las delicias de los amantes de las aves.

Otro de los lugares que se convertirá en un hito inolvidable de nuestra ruta es el Chaparro de la Vega , un árbol bellísimo, una encina que tiene más de 200 años de antigüedad y que cuenta con 13 metros de altura y 30 de diámetro. Desde el año 2011 está considerado como Monumento Natural, se encuentra en término municipal de Coripe y es un árbol muy querido por varias generaciones de lugareños.

Las antiguas estaciones de tren de Puerto Serrano, Coripe y Olvera no experimentan en la actualidad el ajetreo propio del ferrocarril, pero se han convertido en puntos fundamentales para el recorrido de la Vía Verde de la Sierra, donde el senderista o el ciclista puede disfrutar de una más que merecida pausa. Ofrecen en la actualidad servicio de bar-restaurante y también la posibilidad de alquilar bicicletas para disfrutar de este recorrido único en Andalucía.

Además de estas estaciones, también se ha rehabilitado la antigua estación de Zaframagón, que está abierta al público como centro de interpretación y observatorio ornitológico. A todos estos servicios hay que unir el centro de interpretación ‘Vía Verde de la Sierra’, que se encuentra junto a la estación de Olvera , y que es un lugar que expone toda la información de esta ruta de una manera amena e interactiva. Para ampliar información, es posible visitar la página web https://www.fundacionviaverdedelasierra.es/

Además hay que destacar que los días festivos y los fines se semana existe un servicio denominado ‘Patrulla Verde’ , que no es otra cosa que un servicio gratuito de información turística, asistencia y asesoramiento. De esta manera, si se sufre alguna pequeña incidencia en la Vía Verde, como una caída, pinchazo en la rueda de la bicicleta o la pérdida de objetos personales, llamando al 638 280 184 prestarán ayuda a los usuarios.

En definitiva, la Vía Verde de la Sierra es una aventura que cuenta con innumerables atractivos , que nunca decepciona, ideal para los amantes de la naturaleza y repleta de rincones interesantes y plenos de historia.