Las playas más largas de Málaga donde plantar la toalla sin complicaciones

Los accidentes geográficos, sobre todo en la parte más oriental de la provincia, hacen que imperen las calas y pequeños recovecos a los que, en muchas ocasiones, no queda otra que llegar a pie descendiendo por escarpados senderos.

Pero en la bahía de Málaga y en otros puntos de la costa malagueña es posible acceder a playas de bastante longitud en las que no tendrás que preocuparte por buscar un hueco para plantar la toalla incluso en pleno mes de agosto.

Cuenta con casi cuatro kilómetros y medio de longitud su anchura media, aunque con tramos más estrechos, ronda los 20 metros. Se caracteriza por su arena dorada, las aguas cristalinas y un oleaje moderado, además de por el galardón de Bandera Azul que confirma su calidad.

La playa no dispone de paseo marítimo, sin embargo cuenta con otros muchos servicios que la convierten en un lugar ideal para un buen día de playa con toda la familia. Se pueden diferenciar varias zonas: desde las más urbanizadas, con viviendas y establecimientos cercanos, hasta las más vírgenes, con abundante vegetación. Además, es adecuada para practicar buceo y pesca.

La playa de El Chaparral es una de las más extensas del municipio de Mijas, con una longitud de 4400 metros y una anchura media de 12 m. Se caracteriza por su oleaje moderado y una arena oscura compuesta por grava.

Cuenta con un grado de ocupación medio y es perfecta para practicar deportes acuáticos como windsurf, vela o submarinismo. En el año 2010, parte de la extensión de esta playa fue catalogada como playa nudista, por lo que da cabida a los amantes de esta práctica.

El municipio del Rincón de la Victoria puede presumir de un arenal más de tres kilómetros y medio de longitud y una anchura media que ronda los 30 metros. Tiene cerca la espectacular Cueva del Tesoro y otros puntos de interés turístico, además de una amplia y buena oferta gastronómica en su paseo marítimo.

En el extremo occidental de la provincia encontramos otro extenso arenal de tres kilómetros de longitud y arena oscura en la que el espacio no será un problema. Se trata de la playa de El Saladillo, en Estepona, una zona del litoral que destaca por su tranquilidad con respecto a otros puntos de la costa malagueña.