WikiLeaks, ¿un acicate para el periodismo?
Las últimas filtraciones de esta organización abren el debate sobre el papel de los medios tradicionales en un nuevo ecosistema informativo lleno de nuevos actores
¿Cambiará WikiLeaks el periodismo? ¿Seguirán produciéndose filtraciones masivas en los próximos meses? ¿Volverá a elegir la organización de Julian Assange a medios tradicionales para publicar sus cables? Son sólo algunas de las muchas preguntas a las que periodistas y responsables de medios españoles trataron de dar respuesta durante un debate celebrado este lunes en el auditorio del Caixa Forum de Madrid.
El director de El País, Javier Moreno , el subdirector de ABC, Borja Bergareche , la directora de Informe Semanal de TVE, Alicia G. Montano , el corresponsal de The Guardian en España, Giles Temlett , el fundador de Periodismo Humano, Javier Bauluz , y el periodista Ignacio Escolar fueron los elegidos para analizar algunas de las cuestiones sobre las que se ha venido insistiendo desde distintos ámbitos de la profesión tras la última filtración de WikiLeaks a cinco periódicos en el mundo: ¿Ha hecho esta organización lo que deberían hacer los medios? ¿Es positivo o negativo para el periodismo?
Mientras que Bauluz puso la llaga en que «es una vergüenza para los medios» que WikiLeaks tenga que hacer este trabajo, aludiendo en este sentido a que «hay una sensación en la sociedad de que los medios no están haciendo lo que deben y están más preocupados en el negocio», Bergareche resaltó la dimensión cuantitativa del trabajo de esta organización: «Filtraciones ha habido siempre, pero lo nuevo aquí es el volumen, que es brutal». También incidió en que «WikiLeaks nos dinamiza», como lo ha hecho internet. «Los medios ya no somos los únicos actores, hay nuevos agentes en el escenario, redes sociales, ciudadanos... pero seguimos estando al final del proceso», subrayó.
Alicia G. Montano dijo tener algunas certezas, pero también algunas dudas sobre las filtraciones. Después de asegurar que «WikiLeaks no es un medio, no es periodismo, pero sí nos pone los medios para que nosotros lo hagamos», comentó algunas de las incertidumbres que le asaltan: «¿a quién beneficia esto? ¿ha habido contraprestaciones? ¿se han dado por buenas todas las conversaciones?».
Evitar presiones
El director de El País quiso dejar claro que no es verdad que los medios no estén haciendo su trabajo: «Estamos haciendo nuestro trabajo, lo que sucede es que unas veces sale y otras no». Javier Moreno justificó la decisión de Julian Assange de haber filtrado los 250.000 documentos sobre la diplomacia de Estados Unidos a cinco periódicos con dos argumentos: WikiLeaks ha querido evitar presiones y, en segundo lugar, ha confiado en la capacidad que «hemos aportado los periódicos para explicar todo ese material» .
El corresponsal del Guardian valoró de forma positiva la filtración, porque «ahora estamos mejor informados», si bien mostró su preocupación por la dependencia que tienen cinco grandes periódicos de una organización como WikiLeaks: «Ellos son los que nos proporcionan, los que eligen los medios y esto implica que tienen poder sobre nosotros». Asimismo, dijo: «¿Dónde está el límite? ¿Qué informaciones valen y cuáles no? ¿Qué consersaciones son públicas y cuáles pertenecen al ámbito privado?» Sobre esta última cuestión Moreno quiso aclarar que los cables publicados por su periódico reflejan «conversaciones de personajes públicos y políticos relevantes en la vida política de este país» y que, por tanto, tienen interés para la ciudadanía.
En cuanto al contenido de los cables, no todos coincidieron en resaltar su relevancia. En este sentido, Bergareche restó importancia asegurando que otras filtraciones anteriores de WikiLeaks como la de la guerra de Irak «sí han transformado el mundo», ya que han puesto sobre la mesa el engaño del Gobierno de Estados Unidos a su opinión pública . Ante esta apreciación, Moreno respondió: «Lo que muestran estos papeles es que muchos gobiernos en el mundo engañan a sus ciudadanos».
Una de las reflexiones más interesantes aportadas durante el debate es que WikiLeaks, sin duda, marca un cambio en el ecosistema informativo. «Ahora los medios no están siempre al final del proceso y, de hecho, han perdido el megáfono» , resaltó Bauluz, quien incidió en la idea de que ahora «nos encontramos con un mundo de la información diferente», en el que hay muchos actores y hay nuevas aventuras periodísticas en internet que no comparten el modelo que representan los medios tradicionales.
Tanto Moreno como Bergareche coincidieron en destacar que «lo de WikiLeaks no es anecdótico», si bien se desconoce si continuarán actuando de la misma manera en el futuro: «¿Esto va a ser sostenible? No lo sé», comentó el director de El País. Por su parte, el subdirector de ABC consideró que «WikiLeaks nos obliga a replantearnos muchas cosas» a los medios que, efectivamente, ahora tienen que compartir ese megáfono con más actores en internet.
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