Cuarentenas idílicas o cuando el confinamiento en el paraíso supera la ficción

Uno de los casos más sonados es el de Olivia y Raúl de Freitas , la pareja sudafricana cuya luna de miel nunca olvidarán al haberse quedado literalmente ‘atrapados’ en las Maldivas cuando apenas llevaban unos días de vacaciones. Al cerrar el aeropuerto de su país con pocas horas de preaviso no tuvieron tiempo de volver, de modo que se quedaron una semana más hospedados en el Cinnamon Velifushi , un prestigioso hotel de 5 estrellas donde se convirtieron en los únicos huéspedes y con el que acordaron una reducción del precio debido a su situación. Aunque todavía siguen en las islas, ahora se han traslado a otro resort junto al resto de compatriotas hasta que el gobierno de su país los deje volver.

Otra historia que muy llamativa es la de Álex Subirà , un ciudadano catalán que decidió irse con sus amigos a realizar kitesurf en Dakhla , en el Sáhara Occidental poco antes de que estallase la crisis sanitaria. En su tentativa de volver a España adquirió un pasaje a Marrakech para después volar a su Girona natal, pero en la ciudad magrebí cerraron el aeropuerto así que decidió volver a Dakhla. Ahora se encuentra hospedado en el mejor hotel de la ciudad con todo el servicio a su disposición, con los que ha estrechado lazos y, según ha declarado a los medios, se encuentra muy a gusto.

Otros que no tienen nada que envidiar son Arthur Guillebert, Val Garat y Louka Pitot, propietarios de una productora que decidieron escaparse a Los Roques, en Venezuela, para disfrutar de sus aguas cristalinas y una de sus pasiones, el surf. Un mes después de que se declarase el estado de alarma todavía siguen allí, y por los videos que publican en sus redes sociales parece que están aprovechando la experiencia al máximo.

Su aventura nos recuerda al de Brisa Hennesy, una de las mejores surfistas del mundo que ha tuvo que alargar sus vacaciones de forma forzosa en Fiji , donde se aloja en un hotel compuesto por lujosas cabañas que dan al mar y que le permiten pasarse el día disfrutando del mar y la naturaleza.

Pero no todos los casos los protagonizan jóvenes vividores, también familias enteras se encuentran de manera improvisada en enclaves de ensueño. Uno de los ejemplos lo encontramos en la gallega Paula Cambas que reside con su marido y dos hijas en Filipinas y que, a sabiendas de la que se avecinaba, decidió trasladarse al hotel en el que trabaja su esposo en Boracay, una de las zonas más paradisíacas del país. Allí su día a día consiste en disfrutar de las puestas de sol de postal, hacer deporte en la playa, y pasear entre la maleza, un plan de los más apetecible.

Anécdotas aparte, tampoco hay que olvidar algunos de los casos más sonados como la gran cantidad de neoyorkinos que se está trasladando a Los Hamptons , el destino vacacional por excelencia para los amantes del lujo de la gran manzana; el yate del productor de Pixar en el que alardea de su ‘reclusión’; el hotel alemán en el que se encuentra el rey de Tailandia con su harén al completo o las espectaculares mansiones de las celebrities donde no falta ni un solo detalle.