Cinco cualidades de los millonarios al alcance de cualquiera con los que mejorar tu vida

No hay que salir de nuestras fronteras para corroborarlo, pues Amancio Ortega es uno de los mejores ejemplos a seguir. Empezó a trabajar a los once años y ha logrado construir un imperio textil que le ha hecho ser el hombre más rico de España con una fortuna que supera los 57.000 millones de euros, y cómo él, un elevado número de empresarios de todo el mundo. Y es que conseguir prosperidad en todos los ámbitos depende en un alto porcentaje de la actitud de cada uno, un hecho que parece que no tiene importancia y que en realidad lo es todo.

Así lo han defendido numerosos intelectuales como por ejemplo Emerson , quién ya en el siglo XIX resumió en una frase el concepto a la perfección: “La confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito”. Y es que, si todo el mundo hiciera un ejercicio de autoevaluación interna para ver cuáles son los puntos a mejorar y los que se deben potenciar, seguro que muchos mejorarían su situación.

No se trata de hacer cábalas y desarrollar complejas estrategias -que a la primera de cambio inviten a desistir-, más bien de un ejercicio lento y seguro en el que cada día se trabajen dichos aspectos donde hay cinco que todos y cada uno de nosotros poseemos y que, bien desarrollados, augurarán una vida plena y repleta de éxitos.

La imagen que se desprende a los demás resulta crucial en todos los ámbitos de la vida, ya no solo en los negocios, sino en cualquier tipo de faceta. Cuidar la imagen externa resulta importante, pero todavía lo es más prestar atención del interior, un mantra que psicólogos y sociólogos defienden desde siempre y que no puede resultar más cierto: “No puedes gustar a los demás si no te gustas a ti mismo”. Desprender esta confianza no es tarea fácil y requiere de un trabajo físico y mental que no todo el mundo consigue. ¿Las claves? Una vida equilibrada en todos los sentidos y una labor de autoconocimiento que nos haga pensar qué es lo que realmente queremos en la vida y si estamos realizando algún tipo de acción para lograrlo.

Cuando Steve Jobs creó Apple nadie le dijo que iba a ser fácil, y es que a cualquier emprendedor que se le pregunte si el camino para llegar a donde está ha sido fácil la respuesta será que no. Los obstáculos y errores nos hacen más fuertes y ayudan a que no desistamos a la primera de cambio. Por eso resulta tan importante ver el camino por el lado positivo y contar siempre con un plan B, que aunque igual no sea tan brillante como el inicial, siempre resultará de ayuda ante las adversidades.

Esta cualidad resulta muy olvidada por una gran mayoría que normalmente piensan más de la cuenta en sí mismos sin importarles demasiado las circunstancias del resto. La empatía es un principio que se debe aplicar a todos los aspectos de la vida y que cambiara nuestra visión del mundo. No hay que juzgar a los demás sin conocerlos porque todo el mundo lleva a sus espaldas una mochila que en la mayoría de los casos solo ellos mismos conocen.

Aunque los títulos universitarios no lo sean todo, sí que ayudan bastante, pero lo ideal sería estar siempre en constante formación . Cursos, seminarios, libros… Cualquier recurso es bueno para adquirir nuevos conocimientos que podrán aplicarse a los diversos ámbitos. Por otro lado, cuando se está acostumbrado a hacer una cosa durante mucho tiempo, uno comienza a dudar de su versatilidad olvidando algunos valores que pueden hacerte la vida mucho más fácil, y es ahí donde la curiosidad y las ganas de mejorar resultan clave para triunfar.

No basta con tener buenas ideas, hay que saber cómo implementarlas y de quién rodearse para llevarlas a cabo. Poco hay que decir que no se sepa ya sobre la importancia de ser ordenado.