La sastrería está de moda y así vas a llevarla

Nadie puede decir que no se ve bien con unos vaqueros y unas deportivas, con unos joggers y una sudadera con capucha o con unos chinos y una camisa vaquera, por citar tres looks propios de este tiempo, pero ya hay ganas de ponerse un traje, ¿verdad? Seguro que hasta los que más han renegado de ellos tienen cierta ilusión y motivación por escoger dos piezas para una ocasión especial.

Si este es tu caso, que la agenda te brinda una oportunidad de hacerlo, o si lo vas a hacer aunque sea para salir a cenar un sábado por la noche porque ya no aguantas más, debes darte una vuelta por las tendencias que dominan la sastrería de la primavera del 2021 . Por lo menos, una vuelta exprés como la que nosotros vamos a dar a continuación.

Conviene que nos sigas porque es muy probable que dejarás la sastrería con los años 90 marcando la pauta. Cortes de líneas rectas y hombros altos, diseños inspirados en definitiva en aquellos que lucían los brokers de Wall Street a finales de siglo eran los que más fuerte pujaban. Junto a ellos, colores off topic , poco habituales en sastrería, como el granate primero y el marrón chocolate después , sacaban la cabeza por la rendija que los trajes noventeros dejaban para otros estilos.

Pero ni unos ni otros marcan la pauta en esta etapa pospandemia -es un mal apelativo porque esta no ha acabado pero sirve para marcar un antes y un después-. Son los trajes vintage, todavía más allá de los 90, los que dominan las pasarelas y las colecciones de las mejores firmas de moda masculina del mundo. Y junto a ellos, en la paleta de colores, a toda la gama de azules y grises se suman el negro, con cierta timidez, y los tonos inspirados en la naturaleza -el beis, sobre todo-, estos con mucho más descaro. Además, tampoco debes perder de vista los diseños con bermudas, gran tendencia en el universo femenino que se deja ver ya, aunque sea con cuentagotas, en algunas colecciones masculinas.

En todo caso, son los diseños lisos los que predominan con independencia del color y del patronaje, en el que tienen un protagonismo especial los años 70 y los años 80 .

Detalles como la pernera ancha -muy ancha si la comparamos con el traje clásico noventero y ligeramente acampanados en los modelos más setenteros- y la fluidez de las proporciones, que se aprecian especialmente bien en el largo exagerado de los pantalones y su talle, más alto que de costumbre, son dos ejemplos de que los creadores contemporáneos han viajado a los 70 y los 80 para buscar inspiración.

Esto también se aprecia en las chaquetas, de hombros marcados, tejidos relajados y con mucha presencia de los diseños cruzados . Tanto la blazer como el pantalón parecen entroncar la sastrería con el camino tomado por el streetwear contemporáneo, en el que la comodidad y el confort tienen un peso sobresaliente, como poco al mismo nivel que el estilo.

Al mismo tiempo, la sastrería se ha convertido en la bandera de la moda sostenible, de esa mirada hacia una industria textil más cercana a la artesanía que una vez fue, donde lo importante no es tener un vestidor con más opciones que días del año existen en el calendario, sino poder elegir entre un número reducido pero de máxima calidad.

Por eso, apuestes más por un corte clásico y atemporal o por un traje de vanguardia, la gran diferencia la marcará la calidad del tejido y el grado de personalización del dos piezas que adquieras. Y es que el traje necesita tiempo y mimo para ser perfecto como prenda única que es.