Abrigos: tendencias, tejidos y cómo identificar el que más te favorece
Guía para elegir la prenda con la que protegerte del frío sin perder un ápice de estilo
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Iniciar sesiónLa decisión de escoger abrigo depende del resultado obtenido en una ecuación con al menos tres variables: las tendencias de la temporada, el estilo personal y el contexto en el que se va a llevar.
Escribir una lista de consejos sobre cómo afrontar la decisión ... es por este motivo bastante complicado ya que no es fácil generalizar con algo que depende de matices y circunstancias tan distintas, algunas de ellas encima muy subjetivas.
Además, a esto hay que añadir el extra de dificultad que implica la elección definitiva del abrigo, ya que esto depende a su vez de múltiples factores. Entre ellos, el material, el largo, el fit, el color y, por último, el diseño.
Sobre el material, lo esencial es que sea funcional, incluso por encima de lo estético . Esto significa que no es lo mismo comprar un abrigo para otoño o para utilizarlo en un clima mediterráneo, por ejemplo, que para pasar enero en la meseta. Con una gabardina o un abrigo impermeable puede ser suficiente en el primer caso, pero no en el segundo, donde la lana y la pluma son las mejores opciones.
El color y el largo son matices más bien subjetivos que a veces ni siquiera dependen solo del gusto personal, sino también de la necesidad. Revisa bien tu armario y piensa qué color te permitirá sacarle más partido al abrigo que compres. En cuanto al largo, la clave está en la comodidad. ¿Con qué te sientes más a gusto? Respóndete a esa pregunta y actúa en consecuencia.
Con el fit, por su parte, ocurre todo lo contrario, ya que es el factor más objetivo que existe: no importa si apuestas por un abrigo oversize, por uno recto o por un plumas corto, da igual. El ajuste siempre debe ser el adecuado y la prueba es la altura de las costuras en los hombros . Fíjate que estén donde tienen que estar y que las mangas no te cubran las manos ni te queden raquíticas cuando estiras los brazos. Además, por muy XL que sea, preocúpate de no arrastrarlo porque si es así es que el abrigo no es de tu talla.
¿Y el estilo?
Una vez superados los demás escollos, llegamos al reto definitivo a la hora de escoger abrigo: por qué estilo decantarse.
De nuevo, la subjetividad hace acto de presencia en el debate porque depende en gran medida de tu gusto personal y del contexto en el que te lo vayas a poner .
Si nos pides un consejo, te diremos que es prácticamente imposible tener un armario completo con uno o dos abrigos solamente. Esto no es como el zapatero, donde con dos o tres pares y unas deportivas puedes estar tranquilo.
Por eso, para intentar ponértelo un poquito más fácil, te proponemos a continuación dos opciones distintas en función de cuál sea el estilo en el que buscas abrigo: deportivo, casual y formal.
El plumífero o puffer jacket es la primera opción, un abrigo superconfortable que combina detalles de la moda urbana con el estilo après-ski. Su único inconveniente es que suele ser muy informal, tanto que le cuesta acompañar con éxito a pantalones que no sean jeans, joggers o, como mucho, tipo drawstring trousers.
Una alternativa al plumífero para quienes no estén cómodos con ellos o no requieran de un abrigo tan grueso pero sí necesiten algo informal es la parka impermeable, donde el azul marino y el verde militar se imponen por KO. Ya sabes: de largo tres cuartos, con capucha y tejido impermeable forrado por dentro. A lo cantante british.
El contexto manda
Un escalón más arriba de formalidad encontramos el peacoat , un abrigo de origen militar bastante clásico que apenas varía con el paso de los años: cruzado, cuello amplio que se puede levantar en un momento dado si el frío obliga a ello y largo hasta la cadera. Casi siempre en colores clásicos como el azul marino. Su ventaja es que es bastante versátil ; puede llegar a funcionar con traje incluso.
No ocurre esto con las pellizas o chaquetas de aviador , las cuales hemos incluido en esta selección porque abrigan tanto como algunos abrigos gracias a la piel y el borrego con el que están fabricadas. Son un clásico y después de un tiempo en segundo o tercer plano llevan ya algunos años en los que se las vuelve a ver asomar la cabeza. Su imagen es tan característica que no suelen dejar a nadie indiferente.
Cerramos la lista de opciones con dos abrigos que funcionan con todo tipo de looks formales, el que los anglosajones denominan overcoat y la gabardina . Esta última está al límite de poder ser considerada abrigo pero hay zonas de España en la que un trench es más que suficiente para pasar el invierno. Además, son de sobra conocidas sus virtudes estéticas, por lo que es un must en cualquier armario de hombre.
Distinto es el caso del overcoat, el abrigo largo de hombre por excelencia que ha vivido un proceso rejuvenecedor en los últimos años al convertirse en una alternativa para completar looks informales de invierno. Ya no es un abrigo exclusivamente para llevar con traje o con chinos y camisa.
Puedes diferenciar a grandes rasgos entre el tipo chesterfield, que cierra con botones ocultos tras una tapeta; los que incorporan cinturón, de tipo batín; y también los más sencillos e “informales”, aquellos que dejan su única fila de botones a la vista. Estos últimos, sobre todo si son grises, son los más versátiles de todos ya que pueden funcionar incluso con unas deportivas blancas clásicas.
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